Quiero comenzar mi columna dominical destacando positivamente lo que sin lugar a dudas considero una política acertada de acercamiento al socio del actual consejo de administración deportivista. El equipo directivo parece que se ha empeñado en blindar el mayor activo del club en la figura de una parroquia que ha destacado como ejemplo de fidelidad. Lo que en consecuencia y sin lugar a duda señala al club y a la ciudad como los grandes beneficiarios. Los que somos deportivistas y coruñeses no entendemos al uno sin el otro, y seguiremos defendiendo un manual de buena convivencia en pro de trazar y fortalecer la unidad de un matrimonio, que somos uno. No debemos olvidar que el Real Deportivo de La Coruña lo formamos todos los que sentimos y queremos al Depor.
Detecto que pese a los difíciles momentos vividos en los últimos tiempos, los deportivistas estamos animados con esta nueva campaña que esta por empezar. Incluso a algunos nos gustaría dar un salto en el tiempo y vernos en Riazor disfrutando jornada a jornada de nuestro querido Deportivo que como bien dice en voz alta la hinchada que nunca se rinde “Somos de primera”.
Cuando hablo de saltar en el tiempo no quiero decir que quiera perderme los partidos de la fase final del Mundial de Brasil 2014 ni pasar por alto la disputa del Trofeo Teresa Herrera, simplemente muestro curiosidad e impaciencia por ver correr y tocar la bola a la nueva y remozada plantilla por la sembrada pradera de Riazor.
Para que podamos anclarnos en la máxima categoría del fútbol nacional es necesario apoyar en la medida que cada uno de nosotros podamos al Depor y para eso tenemos formulas salvadoras como la ampliación de capital o carné de abonado. Si queremos estar ahí debemos apoyar, colabor y luchar por cumplir con nuestras obligaciones. Estar en primera división hará que consigamos más ingresos, recursos y visibilidad del equipo y de nuestros jugadores en el mercado futbolístico.
Antes hablamos del Trofeo Teresa Herrera y por eso no quiero dejar pasar la ocasión de recordar que este año volvemos al típico formato cuadrangular de años atrás con invitados como el Nacional de Montevideo, Sporting de Lisboa, Sporting de Gijón y Real Club Deportivo. Y que aunque ya pasaron las épocas de vacas gordas podemos seguir viendo en el trofeo decano de los trofeos veraniegos grandes equipos. Antiguamente pasaban los más grandes equipos del mundo y en consecuencia los mejores jugadores. La puesta en escena de este Trofeo que empezó siendo un torneo benéfico, hizo las delicias de los amantes del fútbol y formó parte de los principales atractivos de las fiestas coruñesas. Y como información para los más jóvenes apuntar que el diseño orfebre de este trofeo se divide en dos etapas, por un lado tenemos las hermosas copas diseñadas por Rafael Barros Merino (director artístico del Ayuntamiento de La Coruña) y las de las originales y no menos hermosas Torres de Hércules, institucionalizadas por la emblemática firma de joyeros Malde como trofeo desde el año 1970. Como singular y nexo de unión entre la copa y la torre podemos considerar el trofeo del cincuentenario diseñado por Eladio Muiños, que consiguió fusionar ambos emblemas de diferentes etapas en uno solo, hoy en día este trofeo que simula la Torre en el interior de una copa está en las vitrinas deportivistas. Forza Depor
Artículo by Fede G. Poncet en DXt Campeón el domingo 5 de julio de 2014