El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, el tan denostado y vituperado “Gelo”, no quiso hacer caso a los que se opusieron a la implantación de la “ORA” en las Playas de Santa Cristina, Santa Cruz y Mera, especialmente en la primera ya que es una zona urbana de gran densidad de población y que carece de garajes privados y de aparcamientos municipales. La indignación y el malestar son tan crecientes que nosotros hemos sido testigos de cómo increpaban públicamente a los empleados de la “ORA”.
El fracaso es tan rotundo como pueden comprobar en la fotografía adjunta, tomada al mediodía. ¡¡¡Ni un solo coche en la Avenida de las Américas, en pleno paseo marítimo de Santa Cristina!!!. Es la prueba más irrefutable de que los vecinos y los visitantes no están por hacerle el caldo gordo a los caprichos dictatoriales de un alcalde que tiene de comunista o de cubano-socialista lo que nosotros de monjes de clausura.
Los hosteleros se ven todavía más perjudicados, ya que ahora los pocos visitantes que se acercan a la zona no paran en Santa Cristina al tener que pagar por estacionar en la vía pública (lo que encarece sus consumiciones), y los residentes (que además carecen de una “Zona Verde” alternativa) no encuentran lugares donde aparcar en los saturados espacios aledaños. Incluso los padres que llevan sus hijos a hacer deporte al Club de Regatas no se quedan a “tomar una cervecita o unos vinos”, como hacían antes. Y hasta los monitores del Club (unos modestos trabajadores, “camarada Gelo”) han visto como les sancionaban por estacionar mientras entraban al local a recoger algún material
Una vez más, se ha demostrado que lo que de verdad le importa al malhadado Gelo es recaudar dinero como sea, ya que se les acabó el “chollo” de la construcción. Pero como él se ha situado en un insospechado y casi increible plano superior económico, que no social muy a su pesar (estamos hablando de un ex mariscador y de un mal tamborilero orquestal…) los demás le importan un carajo. Creemos, de corazón, que no le vendría mal aplicarse la recomendación franciscana, puesta muy en valor por el Papa Francisco, “Ora et labora”.