El sábado estuve en el lugar de Grixó, parroquia de Alxén (San Paio), paradisiaco lugar de Salvaterra do Miño (Pontevedra), donde la Naturaleza mece en cuna de oro (color de sus caldos maravillosos) las cepas que producen el excelente vino albariño de Pazos de Lusco.
En tan acogedor entorno hay dos edificaciones, ambas de muy diferente pero valioso estilo y solera. Allí está el Pazo Piñeiro, del Siglo XVI y capilla de 1919, y la Bodega Pazos de Lusco, en la que con sumo esmero, cariño y profesionalidad elaboran los albariños “Lusco” y “Pazo Piñeiro», que les encumbraron hasta el punto de que González Byass integró entre sus propiedades a esta Bodega, realmente singular porque sus viñedos, por los que caminamos más de una hora, están plantados con el sistema tradicional de pérgola, muy beneficioso para que la uva albariño crezca y se muestre en todo su esplendor. La interesante visita me fue propiciada por Fede G. Poncet, director de “Pululart”. Salimos a las 9 de La Coruña, y tres horas más tarde estábamos podando cepas de albariño en los terrenos de Pazo Piñeiro. Ya en la Bodega, el enólogo y bodeguero Sergio Alén nos explicó el cuidadoso proceso de elaboración, e hicimos una cata del “Lusco 2017”. Y rematamos la grata e ilustrativa jornada con un delicioso almuerzo en “O Parrulo” (Ponteareas), regado con los soberbios albariños de “Pazos de Lusco”.
El grupo estaba integrado por: Ana Prieto, Berta Fernández (Pululart), Lydia Rodríguez, Olalla Domínguez (Cepas y Vinos), Sergio Alén (Enólogo), Julio Fernández, Faustino Batallán (Gastro y Política), Marco Soria, José Arnoso (Turvegal), Aurelio Fernández (Enólogo), Diego Mur (Director de Marketing de González Byass), Paulo Domínguez (Bodeguero), Piño Gómez (Comercial de González Byass), Fede Poncet (Fedegustando) y yo. ¡Saludos y salud!. (Foto: Berta Fernández)