Los socios del casino herculino se dieron cita en las instalaciones que la centenaria Sociedad posee en la C/ real con el fin de celebrar la festividad de S. Juan.

En la terraza del edificio se desarrolló la lúdica reunión, tan animada estuvo que, duró hasta bien entrada la madrugada, quedando desierta al

Finalizar los fuegos de S. Juan, contemplados desde la misma.

La Coruña, ciudad alegre por antonomasia está exultante, su noche de San Juan se celebra con algarabía y buen humor, los hados se unieron para que así sucediera, consiguieron que el fuego purificador hiciese su aparición en la noche más mágica, cargada de lirismo en la que la luna brilla de forma inusual y, picarona, hace guiños a las estrellas que, cómplices nos dejan ver el juego voluptuoso de las sirenas sobre las olas, acompañadas de un canto melodioso, el revoloteo de juguetones duendecillos anunciando la visión del DIOS que emerge de las profundidades marinas, precedido del dulce sonido procedente de numerosas caracolas portadas por una pléyade de Caballitos de mar que rodean al Mágico ser.
Esto sucede en la noche sanjuanera celebrada en las playas gallegas, tierra de por sí poseedora de múltiples leyendas, en Galicia el fuego; ese regalo que Prometeo hizo a los hombres (por lo que fue cruelmente castigado), tiene entre nosotros, su propia leyenda, cuyo protagonista es un mítico pájaro, nuestro Papo Rubio que, generosamente no le importó quemarse el bello plumaje de su pecho con el fin de traer a los habitantes de esta tierra el purificador elemento, las demás aves le premiaron por tan heroica acción entregándole cada uno una pluma, menos la lechuza, desde entonces, no puede volar de día, está condenada a hacerlo de noche.


El fuego, presente en infinidad de celebraciones, no podía faltar en esta noche, en torno a él se canta, se danza, a la hoguera se entrega el ramo de finas hierbas que el año anterior adornó nuestro balcón y que este año es sustituido por otro con nuevas flores (con él intentamos ahuyentar a los malos espíritus).
 Una densa niebla cubrió todo el litoral impidiendo que el astro rey iluminara la ciudad, ello no fue óbice para que las hogueras inundasen nuestras playas y plazas.
El agua tiene suma importancia en la celebración del rito ancestral, en torno a ella se desarrolla todo un ritual mágico, así tenemos la tradición de beber la flor del agua la mañanita de S. Juan, lavar nuestro rostro con el agua que durante la noche se maceraron las flores silvestres introducidas en ella.
Es una noche repleta de energía y misticismo que se celebra a lo largo y ancho de España con diferentes rituales.  esta fiesta se mezcla con un festejo pagano de culto al Sol. Este consistía en celebrar los tiempos de cosecha e iniciar una etapa de prosperidad a través de diferentes rituales con el fuego como protagonista.

Galicia es tierra vieja, noble y sabia como sus montañas, su alma y su historia.

Esta noche está cargada de misterio; en fin, es la noche de las hadas, de las meigas, bruxas, trasnos y otros tantos ritos.

Desde Fedellando deseamos a todos hallan

pasado un feliz S. Juan.

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