Sin lugar a duda el caballo de batalla del deportivismo está en agotar los últimos cartuchos que nos quedan para intentar salvar al equipo del descenso. Mantener al equipo en la máxima categoría del futbol nacional parece misión difícil, por no decir imposible. El problema no son los puntos, pues si no me confundo aun restan por disputar veintisiete, los cuales en caso de sumarse serian suficientes para salir del pozo.
El problema es que muy pocos vemos capaz al equipo de conseguir esta gesta, el juego, actitud y compromiso del actual grupo de profesionales no parece el idóneo para conseguir nada bueno. Los aficionados más animosos parece que ven llegar una realidad que algunos vieron hace tiempo. La mayoría estamos en un momento triste, y deseando que finalice la competición. Los nueve partidos que quedan por disputar pueden convertirse en un auténtico infierno para los que amamos a nuestro querido Depor.
El otro caballo de batalla con el que se encuentra el Consejo de Administración es con la puesta en marcha de un modelo deportivo que debe de imponerse de una vez por todas. Lo que nadie puede defender es la auténtica desfeita que ha sufrido y sigue sufriendo el equipo por la gestión de este área.
Estamos en un momento en que hay que tomar las decisiones de forma ordenada. Lo primero que debe hacer el Real Club Deportivo de La Coruña es limpiar un área deportiva que sigue una inercia errónea, y con un manual de malas práctica y en consecuencia con malos resultados. Yo personalmente pondría de patitas en la calle a todo aquel que haya tenido un mínimo de responsabilidades en la penosa situación deportiva que atraviesa el primer equipo. Difícilmente nos pueden ayudar desde dentro los que han participado de todo este desastre.
Un tema importante es saber en qué categoría vamos a jugar la próxima temporada, pues dependiendo de ello el objetivo es diferente. Lo que si contrataría ya, es un máximo responsable de un área deportiva para que los diferentes profesionales y ese famoso comité de sabios por el cual suspiramos algunos consensuen el futuro plan de viabilidad deportivo.
Una vez incorporado este director deportivo se puede fichar un entrenador y a los diferentes miembros de la secretaria técnica. Lo que será necesario es saber que técnicos formaran parte del staff del Club y cuáles el del nuevo míster. No puede ser que cada vez que nos abandoné un entrenador tengamos que rehacer un cuerpo técnico. Desde mi punto vista deben convivir ambos equipos fusionados en uno sin olvidar que existe un objetivo común y que lo más importante es la defensa de los interese deportivistas.
El deportivismo está repleto de personas que saben de fútbol y que pueden dar su parecer a un Consejo de Administración en un área que visto lo visto se les hace grande. Desde el inmenso respecto que tengo por Tino Fernández y en pro de salvaguardar los intereses del Depor le ruego a mi querido presidente que se deshaga de los que no saben lo suficiente de fútbol. ¡Forza Depor!