Artículo publicado en DXT Campeón el domingo 6 de noviembre de 2011
La emoción de volver a vivir un derbi gallego ante el eterno rival, no debe impedirnos concentrar todas la fuerzas del deportivismo en el partido que jugará el Dépor el lunes ante el Real Murcia en la Nueva Condomina.Es muy importante ganar ante un rival que casi esta como nosotros en la tabla clasificatoria, lo cual nos permitiría seguir optando a los puestos de ascenso directo.
Creo sinceramente que es un buen momento para sumar los tres puntos pues los pimentoneros además de recibir más goles que los marcados en casa, solo han ganado dos partidos de cinco, empatado uno y perdido los otros dos. O sea, un pobre bagaje que debe animarnos a luchar por la victoria.
El Murcia es un equipo que nos trae buenos recuerdo pues ante ellos en la temporada 1940-41 el Dépor consiguió su primer ascenso a primera división después de jugar la promoción de ascenso en campo neutral, Vallecas, tras ganar en la prorroga por 2-1 con goles marcados por los blanquiazules Chacho y Guimarans.
De recuerdo más reciente, aunque también hayan pasado unos años, fue el último ascenso deportivista, curiosamente también ante el Murcia. Los dos goles que Stojadinovic marcó a los de Felipe Mesones propiciaron el ansiado ascenso a primera. El Murcia llegaba líder a aquel partido y el Deportivo estaba a dos puntos y fuera de los puestos de ascenso. Una victoria deportivista igualaría a los dos conjuntos a puntos, pero por el golaverage particular ascendería el Dépor.
La escenificación previa al encuentro, con las hormigoneras como cabezas de cartel, era impresionante. Hacía una tarde espléndida y Riazor presentaba un lleno total. A los pocos minutos de comenzar el partido, ardió la cubierta de la preferencia que colindaba con el antiguo lateral de marcador. La gente saltaba al campo por lo que pudiera pasar y el partido se interrumpió durante 40 minutos. Todas las alarmas estaban encendidas y el desconcierto era total. Nadie daba crédito de lo que estaba pasando. Nunca olvidaré la cara de desesperación de Arsenio. Pensaba que la historia se estaba repitiendo y que el Dépor se iba a quedar otra vez sin ascender, como si esa película ya la hubiera visto antes.
Pero no, en esta ocasión el brujo de Arteixo estaba equivocado. El guión estaba escrito y era perfecto. El Dépor, después de muchos años de sufrimiento, ascendió. Al final del partido toda la ciudad estaba feliz.
Posteriormente se pronunciaron dos frases que sonaron a broma en aquellos días pero que con el tiempo se convirtieron en dos profecías que marcaron el futuro blanquiazul. La primera de ellas fue en las declaraciones posteriores al partido: “con el incendio se quemó el meigallo”. La segunda, en el balcón de María Pita durante la celebración oficial. El presidente, en un momento de euforia, soltó aquello de “Barca, Madrid, ya estamos aquí”. Algunos pensaron que había entrado en trance. La verdad es que nadie, ni siguiera los más soñadores, se podían imaginar lo que iba a venir después…
En fin, un Forza Dépor y a ganar los tres puntos, a partir del martes nos dedicaremos al derbi de lleno. Un derbi es un derbi y nunca se sabe lo que puede pasar.