El viernes tuve el honor de presentar, en Afundación, en La Coruña, la soberbia exposición “Dos Expresiones”, de la gran pintora Novais y el excelente escultor Antonio Souto, que podrán visitar hasta el 1 de septiembre.
Entre los numerosos asistentes a tan brillante acto recuerdo a los concejales coruñeses Mariel Padín (PP) y José-Manuel Dapena (PSOE), galeristas y compañeros de ambos artistas. En nombre de Afundación dio la bienvenida Beatriz Aler, y en mi presentación destaqué que en esa impactante exposición Novais y Souto nos ofrecen algunas de sus mejores y más recientes obras. Novais realizó estudios de Arte, y tiene numerosas exposiciones en su haber. A lo largo de su exitosa carrera expuso en el Grand Paláis de Paris, en Suecia, Portugal, San Francisco (USA), Sevilla, Madrid, Barcelona, Gijón. Reus, León, Oviedo, La Coruña, Vigo, Ribeira, Pontevedra, Cervo, Sada, etc. Es una creadora inquieta y siempre dispuesta a aprender nuevas técnicas y estilos. Antonio Souto, arquitecto, llegó a la escultura atraído por los misterios del espacio y la necesidad de tocar la materia con las manos. Su obra se desarrolla a partir de la deformación de una piel, envoltura, cáscara, etc. La piel es ese territorio que nos conforma, y que dibuja el limite más o menos impreciso entre lo que nos pasa por dentro y lo que sucede fuera. En el proceso de deformación aparecen las grietas, la fragmentación, el movimiento y el tiempo. Materia y vacío se entremezclan formando un todo continuo. Las obras son un momento en este proceso. Objetos nacidos del movimiento, como fuerzas contenidas en constante dialogo con lo que permanece quieto. Afortunadamente, las cosas no siempre son lo que parecen, pero casi siempre acaban pareciéndose a lo que son. Souto realizó numerosas exposiciones colectivas e individuales, obteniendo importantes premios. ¡No se la pierdan, please!. (Foto: Rafa Magán)