Contra las nuevas fórmulas del modernismo destructor y ateo, la costumbre de montar los tradicionales Belenes no solamente no ha desaparecido, sino que, según fuentes de información muy fiables, se ha incrementado de forma notable en estos últimos años. Ciudades y pueblos presumen de contar con algunos Belenes que son verdaderas obras de arte. Hay belenes, más o menos grandes, en colegios, sociedades (¿por cierto, qué fue del que montaba el Casino en su local de la Calle Real?), parroquias, clubes e incluso en bares. También son muchos los particulares que los montan año tras año, como Jacinto Torres, presidente de la Cocina Económica; el Dr. José-Manuel Paz Carreira; mi amigo Arturo López Petinal; y un largo etcétera. En el plano oficial, la ciudad de La Coruña cuenta con el impresionante Belén que está abierto al público en el bajo de la Casa Consistorial de María Pita, y que cada año suma personajes populares a las figuras que lo adornan. Y desde el 22 de diciembre y hasta el 6 de enero podemos deleitarnos con el Belén Monumental del Cuartel de Atocha, en la ciudad de La Coruña, con el que el Cuartel General de la Fuerza Logística Operativa se suma a la celebración de las fiestas navideñas. El Belén, que es obra del subteniente músico Alejo Sánchis Mompó (al que tuve de Director en “El Eco” durante mi etapa de Presidente de esa Coral), ha sido realizado con material reciclado y está ambientado en pasajes bíblicos realizando guiños a la ciudad y al Ejército de Tierra. Como novedad, este año se exhibe una maqueta, construida a escala 1:50, en la que aparecen las reproducciones del Museo Histórico Militar de A Coruña y de la iglesia de la Orden Tercera. El Belén puede ser visitado por el público de doce del mediodía a dos de la tarde, y de seis a ocho de la tarde. La entrada es por la Plaza de las Atochas (Puerta de Ingenieros). Se lo recomiendo de todo corazón. Me lo agradecerán, sin duda alguna.