Es gratificante ver a las pernas mayores practicando deporte. Cada vez es mayor el número de hombres y mujeres, de la “tercera edad” y de la “cuarta edad”, que realizan ejercicio, tanto en lugares públicos abiertos como en clubes, gimnasios o instalaciones municipales. Con eso no quiero decir que sea bueno practicar cualquier deporte cuando ya se han rebasado los sesenta, los setenta, o los ochenta años de edad. En todos los casos, es bueno aconsejarse con un experto deportivo; y, sobre todo, consultar con el médico antes de lanzarse a correr, nadar, saltar, escalar…. o jugar a la petanca. En todos los casos es de perfecta aplicación el dicho “Es mejor prevenir, que lamentar”, máxime cuando de lo que se trata con la práctica deportiva es lograr algo saludable para nuestro cuerpo. Y eso lo sabe muy bien mi buen amigo Manuel García “Parodi”, con quien aparezco en la fotografía que ilustra este artículo.
Conozco a Parodi desde hace más de cincuenta años, cuando yo estaba en “La Voz de Galicia” y él era un “factótum” del fútbol modesto de La Coruña. Por esa época se había trasladado a vivir, con su familia, al Barrio de las Flores, que no se parece en nada al acogedor y bien dotado lugar que es hoy en día. Por aquellas calendas, no existían ni el pabellón ni la iglesia, como tampoco el Club Financiero ni el vecino barrio de Matogrande. Fue de los primeros integrantes de la Asociación de Vecinos, y su secretario durante muchos años. Actualmente es el presidente del equipo de llave del barrio, club que ya cumplió sus “Bodas de plata” y es el más antiguo de La Coruña.
A sus 85 años, Parodi (a quien guardo especial cariño desde la época en que ambos éramos árbitros de hockey sobre patines) sigue jugando a la llave, entrena en el campo que tienen detrás de la iglesia, y es el más veterano en activo de la Federación Gallega. ¡Chapó, mi querido amigo!. (Foto: Lajos Spiegel)