Cada vez más cerca by Pablo García-Ramos Macho en DXT Campeón el jueves día 11 de abril de 2013.
Confieso que hasta hace pocas semanas era uno de los mayores escépticos en la posible salvación del Dépor. Visto lo visto, tengo que asumir mi error y aceptar que como adivino no me podría ganar los cuartos. Se salve o no se salve, no imaginé que se pudiera producir esta reacción.
Y quién podía predecirlo. Cambios de entrenador, situación financiera del club en un momento delicadísimo que le lleva a entrar en situación concursal, jugadores con la moral muy tocada y una categoría que empezaba a pesar; auguraban el peor de los escenarios.
Cualquier atisbo de salvación pasaba por cerrar con victorias los últimos tres partidos ante rivales directos por la permanencia. Se consiguió este pequeño reto pero esto no es más que el comienzo de un camino que debe concluir con la permanencia.
Cuatro son, en mi opinión, los factores de esta resurrección. En primer lugar el acierto a la hora de en cargarle a Fernando Vázquez esta difícil encomienda. Aunque a priori pocos tenía confianza, el de Castrofeito ha sabido inyectar moral ganadora al conjunto y ha dotado de equilibrio el juego del equipo del que anteriormente carecía. Se juega como se entrena. El rendimiento de la defensa es cada día más fiable, el medio campo tiene más talento y la delantera genera peligro con más fluidez que antaño. Hasta los jugadores muestran un mejor tono físico.
En segundo lugar se encuentra la afición que está demostrando que es una de las mejores de este campeonato. Sirva como muestra el numeroso recibimiento al equipo tras la victoria de Mallorca, la primera que se conseguía fuera de Riazor después de 29 jornadas. El apoyo incondicional e incansable al grito de “Si se puede” está actuando como revulsivo en este tramo final de la Liga.
(Claramente me refiero a la gran masa de aficionados que apoya al club y en ningún caso a un reducido grupo de vándalos -supuestamente seguidores del Dépor-, que el pasado sábado causaron destrozos en un local coruñés).
En tercer lugar pero muy vinculado al primero, la moral de los jugadores que está por las nubes. Empiezan a creer en la salvación. Hay más tensión en el campo, más compromiso, más ganas. Puestos a destacar algunas mejoras individuales, creo que el tándem Juan Domínguez – Abel Aguilar en el medio campo ha sido un acierto. La incorporación de Silvio y la mejoría física de Manuel Pablo están dando mayor consistencia a las bandas. Por último, al buen rendimiento que lleva Riki esta temporada, le acompaña el estado de gracia que mantiene el incombustible Valerón.
Por último, y este aspecto no se puede situar en el haber del Dépor, el resto de equipos involucrados en el descenso han llegado a la fase decisiva de la temporada con muy malas sensaciones, cuestión que sin duda beneficia a los coruñeses.
Como no voy a ejercer más de vidente ni adivino sobre el número de puntos necesarios para salvar la categoría, como si hace desde estas páginas mi buen amigo Federico Poncet, sólo me atrevo a decir que este renovado espíritu inculcado por Fernando Vázquez merece que el equipo se mantenga en primera. Eso sí, sin relajarse que todavía queda mucho que pelear.
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