Dos porteros de otra galaxia

(María Varela – La Opinión Coruña) No es un secreto ni un descubrimiento que Xavi Malián y Sergi Fernández son dos de los mejores porteros del mundo. Quizás los dos mejores, con permiso de Egurrola (Barça) y Trabal (Reus). Los guardametas de Liceo y Barcelona fueron los culpables de que ninguno de los dos equipos pudiera desnivelar el empate con el que se había llegado al descanso. En la segunda parte se lucieron con un festival de paradas. No hubo manera de batirles aunque tanto locales como visitantes disfrutaron de ocasiones, sobre todo a bola parada: entre los dos, detuvieron hasta ocho faltas directas y dos penaltis. Con el culé incluso se alió la fortuna, pues el hierro rechazó un disparo de Matías Pascual en los últimos segundos que hubiese podido ser la sentencia. Verdiblancos y azulgranas se jugaban el liderato, pero todo se quedó como estaba, con los liceístas como líderes con dos puntos de ventaja. Y toda la segunda vuelta por delante. Queda mucha OK Liga y los dos candidatos al título parecen en forma y no darán tregua.

El Liceo hizo los deberes desde el inicio. Aún no estaba todo el público en sus asientos cuando Josep Lamas, en el segundo 19, batió a Fernández con un potente disparo que se coló por la escuadra derecha del portero azulgrana. El gol dio tranquilidad a los verdiblancos, que dominaron y tuvieron ocasiones de ampliar el marcador, sobre todo con la azul que vio Marc Torra. Lamas no pudo en su segundo mano a mano con Fernández y los locales tampoco hicieron efectiva la superioridad, con auténticos paradones del guardameta rival, que salvó a su equipo en estos minutos.

El Liceo sabía que la clave era no cometer errores. Al primero, llegó el gol del empate. Lamas dio un mal pase que recogió Torra en la zona de tres cuartos para fusilar a Malián. El Barça no perdona. Un error, un gol, una factura demasiado elevada. A los verdiblancos les pesó el tanto y perdieron por unos instantes las instrucciones. Y aún quedaba pendiente una cuenta por la ley de la compensación. Se saldó cuando Bargalló recibió azul, pero Malián pudo enmendarlo al detener la falta directa de Torra e incluso el Liceo pudo marcar en inferioridad en un mano a mano de Lamas. No entró y en la jugada siguiente llegó el 1-2, de Sergi Miras, prácticamente en la segunda oportunidad azulgrana. El conjunto de Carlos Gil siguió empujando, pero los árbitros lo frenaban. Llegó a la décima, nueva oportunidad para el Barça de aumentar diferencias. Malián cubrió bien los huecos para que Torra fallara, pero tampoco acertó Toni Pérez la falta directa por la décima rival. A 1.45 para el descanso, Bargalló lanzó un penalti al hierro, aunque recogió el rechace y empató la contienda.

Una primera parte con dominio alterno, ocasiones y emoción dio paso a una segunda en la que los porteros tomaron el protagonismo. Como ejemplo, el minuto 31. En 60 segundos hubo tiempo para que Sergi Fernández detuviera una falta directa a Lucas Ordóñez y un penalti, de forma espectacular, al hacerlo con las piernas, a Jordi Bargalló. Pero entre uno y otro Malián paró un falta directa a Torra, la tercera en la que dejaba seco a todo un especialista. Continuó la batalla con un Liceo que intentaba que fuera el Barça el que arriesgara más. Sus ocasiones las desbarataba Malián, inspirado también en el corte de bolas al segundo palo, donde esperaba siempre el exverdiblanco Pablo Álvarez, ayer sin suerte.

Discurrían los minutos y la clave estaba también en las faltas. El Liceo estaba a tres de volver a conceder una falta directa. Las tres llegaron en ataque, cuando eran los locales los que tenían la posesión de la bola. Torra dejó su sitio a Gual. Malián volvió a parar. Faltaban ocho minutos, el partido era un correcalles con más corazón que cabeza, con poca calidad pero con muchas ganas. Bargalló dispuso de una falta directa, pero su tiro también se lo quedó Fernández. El Barça mandó fuera varios misiles a la desesperada, pero fue Matías el que dispuso de la más clara. La bola dio en el palo y dictó el reparto de puntos.