El pasado día 2 falleció en Madrid, de forma repentina, la gran poetisa Guadalupe Grande Aguirre, que residió toda su vida en el castizo barrio de Chamberí, en el modesto piso en que vivieron sus padres: Félix Grande, Premio Nacional de Poesía 1978 y Premio Nacional de las Letras 2004, y Francisca Aguirre, Premio Nacional de Poesía 2011 y Premio Nacional de las Letras 2018. Con motivo del inesperado óbito de Guadalupe, el editor Basilio Rodríguez Cañada publicó esta nota:
“Queridos amigos: Comenzamos este 2021, en el que tenemos depositadas tantas esperanzas, con la triste noticia del fallecimiento de la poeta Guadalupe Grande, de 55 años, que expiró el pasado sábado, 2 de enero.
“Conocí a Lupe hace treinta y tantos años (de muchas cosas hace ya más de treinta años). Era asidua al ciclo de Veladas Poéticas que organizábamos en el Colegio Mayor Universitario «Nuestra Señora de África» y participó en diversas actividades que celebrábamos en la gloriosa década de los noventa: en el Ciclo de Poesía Ultimísima, donde fue presentada por Paco García Prados el 15 de febrero de 1996 (en la foto adjunta, sobre la que ella misma escribió una poética referencia a Juan Carlos Mestre), en los Talleres Literarios de los Colegios Mayores de Madrid, en los Ciclos de Poesía Última, celebrados en la Fundación Rafael Alberti, etc.
“También la incluí en las dos antologías de poesía joven, que publiqué a finales de los años noventa: «Poesía Ultimísima. 35 voces para abrir un milenio» (1997) y «Milenio. Ultimísima Poesía Española» (1999).
“Lupe Grande era una excelente poeta y una mujer muy especial. Hija y heredera literaria de dos grandes poetas, a quienes admiré profundamente: Félix Grande (en la foto aparece de espaldas) y Paca Aguirre, cuyo legado perdurará. Y nos ha dejado a una edad muy temprana, aunque por siempre nos quedará su recuerdo y su obra. Que la tierra le sea leve”.
Entre los numerosos testimonios de condolencia publicados en las redes sociales figura el de Chema Paz Gago, Catedrático de Literatura Comparada de la Universidad de La Coruña y escritor, cuyo mensaje no sé por qué me trae a la memoria su última novela, titulada “Desventuras de un seductor”, obra a la que recientemente dediqué uno de mis artículos diarios.
Recientemente les informé del citado nuevo libro “Desventuras de un seductor”, de Chema Paz Gago y, también, de la sensible pérdida del Lino Braxe, y en relación con ambas noticias este es el guasapo que, desde Madrid, me remitió el polifacético y creativo Antonino Nieto Rodríguez: “Muchas gracias, Roberto. mi alegría por el libro de Chema y mi pesar por la pérdida de Lino. Un abrazo grande”.
A través de nuestro común amigo Julio López-Amado me enteré de que el destacado pintor coruñés Ramón Manzano (con quien aparezco en la segunda foto que ilustra esta información) sufrió un accidente callejero, del que deseo se recupere pronto y bien. Este es el texto del referido guasapo que me remitió Julio: “Desearle una pronta recuperación y exitosa operación de cadera a que será sometido mi querido amigo de la infancia el pintor y maestro Ramón Manzano. Una tremenda ráfaga del temporal Bella, lo tiró contra el suelo produciéndole rotura de cadera. en la calle Sol con Zalaeta”.
Sobre mi artículo acerca del «invento» del popular «Árbol de Navidad», recibí este cometario de mi buena miga Menchu Regueiro: “Vaya, vaya … Interesante historia de Sofía y sobre el árbol de Navidad, que por cierto no sabía. Eso sí, curiosa ilustración que has utilizado para contarla, Jajajaaa. Gracias por el detalle. ¡Buenos días Roberto y feliz día mágico!!! Besos”.
También en relación con mi artículo sobre el “Árbol de Navidad” recibí este mensaje de la fallera y casalera valenciana Pilar Gómez: “Hoy ha sido una información inesperada. La Navidad ya pasó, y es ahora cuando me entero del invento del popular Árbol de Navidad: qué viene de una princesa Rusa. Bonita historia. ¿Y de los Reyes Magos, qué?. Yo les he pedido que nunca te falten papel y bolígrafo. Besos”.
A causa del maldito Coronavirus, este año 2021 hemos vivido una de las festividades de los Reyes Magos más atípicas que las gentes recuerdan. Pero eso no le quitó la ilusión a la gente, sobre todo a los niños, y las felicitaciones consiguientes, como la de mi buena amiga la destacada pintora coruñesa Loly F. España, que me remitió este cariñoso guasapo: “Roberto, que los Reyes te traigan muchos sueños de viajes fantásticos, y que puedas realizarlos. Bikiños”.
Con motivo de la celebración de mi “VII Aniversario Vital”, varios de mis invitados colgaron fotografías en las redes sociales, lo que dio lugar a un correo electrónico de mis amigos María y Manuel, dos simpáticos médicos burgaleses a quienes conocí en uno de mis recientes viajes por Asia: Yo había escrito: “Veamos lo que nos trajeron los Reyes: Salud, Amor y Paz. Besos”. Y esta ha ido su respuesta: “También te trajeron muchos amigos. Los cuidas muy bien, Roberto. Un abrazo”.
Hace unos días publiqué una historia que me contó Antonio Abeijón, sobre una amiga suya llamada Carmen, lo que dio lugar a este apoyo y comentario del polifacético y creativo Antonino Nieto Rodríguez: “Muchas gracias, Roberto. Y todo mi apoyo para tu amiga Carmen. Estas cosas hay que denunciarlas. Hechos, señores y señoras, y no propaganda. Un abrazo”.
Finalizo por hoy, pero les prometo que seguiré publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”, que estoy deseando que se acabe de una puñetera vez. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)