A través de mi excelente amigo Francisco Canabal (a la derecha, en la primera foto), Cónsul de Cabo Verde en Galicia, he tenido conocimiento de que, en el marco del Programa de Promoción de Oportunidades Socioeconómicas Rurales (POSER), financiado con el Fondo Fiduciario español para la seguridad alimentaria con FIDA, fue inaugurado el Proyecto Hidroagrícola de la Localidad de Moia Moia, Sao Domingos, por el Primer Ministro Dr. Ulisses Correia e Silva,y la Coordinadora General de la Cooperación Española en Cabo Verde, Doña Patricia Ramos.

El proyecto ha instalado y puesto en funcionamiento una planta desalinizadora, un parque solar y la construcción de infraestructuras hidráulicas, por 257.176 euros, para fortalecer la agricultura mediante la movilización y distribución de agua para riego y suministro público. La Unidad tiene la capacidad de producir más de 40 m3/día de agua, con uso exclusivo de energía solar.

Según el mencionado Primer Ministro, Dr. Ulisses Correia e Silva, el proyecto se quiere replicar en otras partes del país. En Moia Moia ha permitido aumentar la zona de expansión de la producción agrícola e incrementar la renta de esas familias, principalmente mujeres, e involucrar a los jóvenes en la producción agrícola. El proyecto beneficia directamente a 57 familias de agricultores: 40 hombres y 17 mujeres jefas de hogar. Tal cual, se lo cuento.

La escritora y pintora venezolana Ana-Isabel Leonett, me remitió este breve relato: “La llamaban Lucy, pero su verdadero nombre era María de la Luz. Era una mujer alta, de cabellos enmarañados, y su piel quemada por el sol, donde destacaban sus blancos dientes que le brillaban como verdaderos diamantes.

“Conservaba, grabados en su memoria, los recuerdos de su juventud, cuando soñaba con su príncipe azul, como todas las chicas de su época.

“Pero la vida le tenía preparado un estilo de vida nada acorde con su cultura. Su primera experiencia fue atravesar el Estrecho en una patera, donde el mar embravecido por el mal tiempo hizo que el cayuco zozobrara y apenas seis de los doce tripulantes pudieron alcanzar la orilla.

“Con la ropa mojada y tiritando de frío, fue acogida en un albergue. Allí vivió la experiencia del hacinamiento, donde no se podían respetar las distancias para Covid-19, y después de varios días de incertidumbre logró su objetivo, que era formar parte del grupo de “Temporeros recogedores de fruta”.

“Y así un año tras otro, se desplaza de su casa para ir a recoger la fruta y ganarse unos euros que le sirven para sacar a su familia adelante”.

 

 

Tras largo tiempo sin noticias suyas, celebro recibirlas de mi buen amigo Ramón Vázquez González (primero a la izquierda, en la segunda fotografía), ex Apoderado del Banco Pastor, quien me remitió este mensaje: “Me alegro por esa celebración por la que, aunque tarde, muy tarde, te felicito. Se me fue por completo de la mente el hacerlo cuando lo recibí hasta hoy repasando y leyendo tus e-mails me acordé de tu WhatsApp. Ya veo que estás bien de salud por lo cual me alegro. Nosotros también disfrutando (o padeciendo) esta nueva anormalidad y procurando pasarlo lo mejor que se puede. Muchas gracias por todo y un abrazo”. Igualmente, amigo Ramón, y afectuosos saludos a Isabel.

A través de mis artículos se establecen contactos y amistades, tal es el caso de la pintora ferrolana Manuela Castro y Pilar Gómez, Casalera de la Falla de Pinedo (Valencia). Pilar mostró interés en conocer a la artista en su próxima visita a La Coruña, y esto le contestó Manuela: “Sí, sí, también a mí me encantará conocerte Pilar Gómez. Muchas gracias. Abrazos”. Yo, por mi parte, ya he tendido el “puente celestinesco”….

Graciela Grosso es una simpática puericultora argentina a quien conocí en Costa Rica. Es una enamorada de la naturaleza, con la que convive diariamente en Córdoba (Argentina). Le encantan las plantas, y por eso me remitió este guasapo: “Mande fotos de sus plantas!. Buen descanso, Roberto”. Lo haré, querida Graciela.

En relación con mi comentario sobre el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, el ourensano Amador Rego escribió lo siguiente: “Cuando he visto la primera foto, ya me he dado cuenta de que ibas a comentar mi comentario, valga la redundancia. Es algo que conozco bien, pues admiro mucho a ese cuerpo y además he presentado al autor del libro “La Guardia Civil defensa de la libertad y orden”. Era una tesis doctoral de un huérfano del cuerpo. Hablo de Pedro Córdoba Quintana. Tiene 1200 páginas, Lo he leído y es muy completo para un estudioso de dicho benemérito Cuerpo. Esto ha sido hace dos años en Orense….  Muchas gracias. Un abrazo. Amador”.

Una vez publicados y distribuidos mis dos últimos libros, escritos entre los meses de marzo y julio de este este año de la malhadada pandemia: “Comunidad Valenciana”, de la serie “Viajeros sin Fronteras”, y “Coronavirus: La pandemia que aterrorizó al mundo”, he comenzado a escribir otro titulado “Mis primeros viajes”, englobado en la citada serie “Viajero sin Fronteras”. Recoge los periplos que realicé entre los años 1954 y 1963 por Galicia, Portugal, Francia, Inglaterra, Escocia, Las Palmas, Tenerife, Puerto de la Cruz, Málaga, Barcelona, Mallorca, Bilbao, Santander, Oviedo, etc., relatos que escribí a continuación de cada uno de esos viajes, y que guardo en papeles que ya están amarillentos debido a los años transcurridos.

Finalizo por hoy. Prometo seguir publicando más crónicas de esta “Nueva Normalidad”. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel).

Previous post “Nueva Normalidad LVI”: Exitosa presentación de “Caléndulas”, novela de Miguel A. Pérez Omil
Next post “Nueva Normalidad LVIII”: La Real Orden del Camino de Santiago se reunirá en las Islas Azores

Deja una respuesta