Desde el “Buenos Aires querido”, mi Corresponsal Informativa y buena amiga Stella Díaz Vidal (primera fotografía), excelente cantautora e intérprete gallego-argentina, me da cuenta de la delicada situación provocada en la capital del Plata por el maldito Coronavirus. Lo hace a través del correo electrónico en el que me informa del fallecimiento de Carmen Canaviri, coordinadora del merendero comunitario “Lucecitas del Sur” del Bajo Flores, el día 3 del actual:

“Con dolor comunicamos que en el día de hoy falleció en el Hospital Piñero por Covid 19 nuestra compañera Carmen Canaviri, de 56 años, militante social y coordinadora de un merendero de nuestro movimiento en el Barrio Rivadavia de Bajo Flores, Ciudad de Buenos Aires.

“Es la segunda muerte en nuestro Movimiento a causa de la pandemia. El 25 de mayo falleció nuestro querido Agustín Navarro, hoy Carmen. Pero también ya lamentamos la muerte de familiares de compañeros/as.

“Bajo Flores es el barrio donde hay más contagios después de Retiro, también donde más muertes tenemos que lamentar. La militancia social pone el cuerpo, el Oso, Ramona, Agustín. También Miriam, delegada de Bajo Flores, ya había perdido la vida.

“La pandemia recrudece los problemas que tenemos como sociedad, la pobreza, la falta de trabajo, techo y pan. Por eso necesitamos más que nunca un Estado presente que acompañe a las organizaciones populares en su valioso rol territorial.

“No queremos muertes evitables. En la Ciudad más rica del país no puede faltar la asistencia alimentaria y sanitaria ni los protocolos adecuados ante esta emergencia sanitaria en nuestros barrios. Es urgente que el Gobierno de la Ciudad destine los recursos indispensables donde más golpea la pandemia.

“Compartimos el pesar con familiares, vecinas y vecinos de Carmen. Somos Barrios de Pie – Ciudad de Buenos Aires”. Se podrá decir más alto, pero no más claro.

Días atrás, mi buena amiga la pintora Novais me remitió una bella fotografía tomada cerca de mi casa, en la Playa de Santa Cristina. En plan de broma, le reproché que “había entrado en mi territorio sin mi permiso”, a lo que me contestó: “Ja, ja, yo también tengo parte de ese territorio”. Y resulta que así es, ya que conserva el piso en el que vivió en la Carretera de Santa Cruz. ¡Una de envaine, pues!.

Una de las secciones más activas del Sporting Club Casino de La Coruña es la del Teatro, que se debate en la duda del reinicio de sus actividades, por lo que hubo una especia de consulta entre sus integrantes. Al parecer, la mayoría se inclinan por hacerlo después del verano, tal como refleja el mensaje siguiente: “Mi opinión sobre reabrir los ensayos de teatro, es qué dado que es bastante improbable que se pueda realizar la función hasta octubre, creo que sería mejor incorporarnos al ensayo en el mes de septiembre. De todos modos, yo me adaptaré a lo que opine la mayoría”. Tal cual.

El Dr. Luis A. González Sáez, cirujano de prestigio, me remitió este correo electrónico: “Felicidades en este día de tu Santo. Me alegro mucho de que estés bien y sigas tan animado y optimista como siempre. Un abrazo. Antes de que se me olvide, corrige en este Parte (55) que mi colega no es el padre de tu ex compañero, sino el hijo. Si fuese el padre, nos tendría que dar la fórmula del elixir de la eterna juventud”. Muchas gracias, por partida doble, amigo Luis. Corregido, pues, el error.

Por medio de mis buenos amigos Francis Marrouch y Rosa Guisán, dos pintores como la copa de un pino, me he enterado de que la Asociación de Artistas Plásticos Gallegos, a la que pertenecen (Francis incluso fue Presidente) ha puesto en marcha la “I Exposición Virtual ARGA” (Segunda fotografía), en la que a través del enlace https://arga.es/actividades/i-exposicion-virtual-arga/ podemos contemplar nada menos que 132 obras, a cual mejor, de 34 artistas. Se trata de una muestra en la que la relación del posible comprador es directa con el artista.

Estos son los 34 participantes: Ángeles Jorreto, Begoña Tojo, Carlota Bueno, Cristina Castro, Cristina Sánchez, Cristina Seisdedos, Demoreiras, Elena Nasipova, Emilio Celeiro, Enrique Castro, Eva Galán, Félix Díaz, Francisco, Francis Marrouch, Joam Berride, Luisa Novais, Maica Alonso, Maica Gómez, Manuela Castro, Manuel Gandullo, Manuel Grela, Manuel Rajal, Mercedes Molares, Paco Ascón, Pedro Bueno, Pilar Fandiño, Pilar Pastoriza, Ramón Astray, Rosa Guisán Rosario Roca, Rosa Salanova, Sofía Cabrera, Teresa Faginas y Victoria Ramírez. ¡Casi nadie, vamos!.

Turno ahora para los incluidos en el “Grupo de Riesgo” del Coronavirus. Y hoy se asoma a esta ventana informativa Fernando Vázquez Arias (tercera foto), mi querido ahijado en el Club de Leones La Coruña-Marineda y uno de los mejores músicos, compositores, profesores y directores de coro y orquesta que dio Galicia en las últimas décadas, con quien tuve el honor de coincidir durante mi larga etapa como Presidente de la laureada y más que centenaria Coral Polifónica “El Eco” de La Coruña.

Nacido el 12 de octubre de 1957, Fernando, que ha sido profesor de mi nieta Lucía quien, por cierto, acaba de finalizar el Grado Profesional de Piano en el Conservatorio Profesional de Música de La Coruña, me dijo que se encuentra bien de salud y que estuvo encerrado todo el tiempo.

Aún con la vorágine de un fin de curso “on line”, que les cogió con el paso cambiado, ya que este tipo de enseñanza es otra cosa muy diferente a la enseñanza presencial, y firmando actas, está deseando que lleguen las vacaciones escolares.

El encierro se le hizo soportable gracias a vivir en una casa, en Cambre, con su esposa y los dos hijos. Antes de la pandemia estaban pensando cambiarse a un piso pero, tras lo visto, ya no se moverán de la vivienda actual, de unos 325 metros cuadrados. El tiene un estudio de 50 metros cuadrados, y casi la mitad lo ocupa el piano.

Me comentó que durante el largo encierro hizo música con sus hijos: Ismael, de 11 años, y Sofía, de 18. Ismael estudia piano y violín. Sofía, que acabó piano y violonchelo, y remató Bachillerato con 9 de nota media, quiere ir a Salamanca a estudiar una rama especial de Imagen y Sonido, que no hay en La Coruña.

Durante la cuarentena anduvo unos 600 kilómetros, dando vueltas y más vueltas a su jardín, recorriendo como mínimo unos 8 kilómetros diarios. Y como además de caminar hizo algo de deporte, a base de pesas y cinta, eso le permitió mantener el peso habitual, pese a comer bien.

Dice que el Coronavirus “nos cogió en pelotas a todos”, y que lo pasó francamente mal, debido a las bajas de muchos amigos. Ahora mismo, no tiene proyectos propios en marcha, salvo lo relacionado con la enseñanza, ya que tanto Follas Novas como la Orquesta del Conservatorio, formaciones que dirige, están paradas.

Lo peor, dice Fernando, es que desconocen cuándo podrán arrancar, y también le preocupa el panorama futuro, aunque quien percibe mejor eso es su esposa, Pepi, que trabaja en el BBVA. ¡Ánimo, hombre, que no hay mal que cien años dure!.

Y finalizo por hoy. Prometo seguir dándoles más “Partes de Guerra”. Mientras el cuerpo aguante…. ¡¡¡Saludos y salud!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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