El Club de Regatas Perillo, ejemplar entidad deportiva coruñesa de la que tengo a gala ser Vicepresidente fundador, Insignia de Oro y “Socio de Honor” (en la primera foto, recibo el nombramiento de manos del Presidente, Kike Martínez, en presencia del Secretario, José-Luis Lago) y que este año cumple sus primeros 50 años (Bodas de Oro) de productiva existencia, bajo el alentador título “Ya queda menos” remitió el pasado día 14 el siguiente correo electrónico a sus socios y deportistas:
“Es nuestro primer contacto por correo con vosotr@s, nuestr@s con-soci@s. Llevamos un mes parad@s y no sabemos, todavía, lo que nos puede quedar. Lo más importante es que nos cuidemos y, sobre todo cuidemos a nuestr@s mayores, que son quienes nos cuidaron a nosotr@s en los malos y en los buenos momentos.
“Ya queda menos para que podamos empezar a darnos unos paseos, a charlar en «vivo y directo» con nuestr@s amig@s, familiares e, incluso, es@s desconocid@s que están sufriendo estos momentos. Y, por supuesto, que nuestr@s deportistas de todas las edades, comiencen a disfrutar con lo que nos une: EL REMO.
“Este es el año en que nuestro club cumple 50 años de existencia, todavía no lo podemos celebrar, pero lo celebraremos tod@s junt@s y pondremos en valor estos 50 años y, sobre todo, este pequeño período de tiempo que nos toca vivir intensamente, en casa. Muchas gracias por seguir estando ahí. Salud y pronto nos vemos”.
Por cierto, me enteré de que la junta directiva del Club tomó el acertado acuerdo de permitir a los remeros llevar a sus casas artilugios varios de entrenamiento, y es por eso que a veces veo a Alberto Lago (remero senior) entrenando duramente en la terraza de su casa. Gracias a Dios, a pesar de todo, la vida sigue….
Dado que mis crónicas cuarentenarias llevan el título de “Parte de Guerra”, mi ferviente lector e incansable informador Amador Rego Villar-Amor, que vive en la ciudad de Ourense, me ha remitió el siguiente correo electrónico:
“Resulta que me acabo de enterar que había un importante empresario alemán en Marruecos, al comienzo de la Guerra Civil. Se entrevista con Franco para la ayuda, y éste le pide unos aviones “Junker”, para pasar las tropas a la Península.
“Este se va a Alemania, y se entrevista con Hitler, en el descanso de una obra de Wagner, y le dice lo que Franco le había pedido, y Hitler ordena que le envíen 20 aviones “Junker” para el paso de las tropas africanas a la Península.
“Años más tarde, Franco le regala millón y medio de pesetas, y lo protege de las reclamaciones de los aliados al final de la guerra. Se trata de Johannes Eberhard Franz Bernhard (1897-1980). Merece la pena de verlo en Internet. Desconocía esta historia, que me la cuenta un amigo. Un abrazo. Amador”. Y yo, tal cual, se lo cuento.
Continúo recibiendo numerosos mensajes de mis queridos lectores (h-m) en relación con estos “Partes de Guerra”. El tenor coruñés Quique Paz, al que ya me referí en un anterior “Parte” por sus exitosos y aplaudidos cánticos desde la ventana de su casa, se muestra muy satisfecho de la cariñosa acogida que le demuestran día tras día sus vecinos y, a la vez, me muestra su preocupación por las más de 3.000 óperas “el día que falte”, aunque espera que vayan a parar a algún organismo oficial (Diputación, Bibliotecas Municipales,,,,,) de La Coruña. ¡Esperemos que así sea, amigo Quique!.
Montse López Ben, desde Malpica (La Coruña): “Me alegra ver que llevas bien la Cuarentena y que estás bien. Te quedó preciosa la foto de ayer al anochecer. Tienes unas vistas privilegiadas desde tu casa. En estos momentos es un lujazo. Por otro lado, en relación con tus artículos sobre la Cuarentena (Partes de Guerra) son muy interesantes. Pero debo regañarte: mi padre se ofendería mucho si supiera que me has cambiado mi apellido…Ya sabía yo que en algún renuncio te tenía que pillar. Besos”.
Como les comenté ya, el gran foco del Coronavirus en Galicia procede de Madrid, y buena parte del mismo de la cena del 53 Capítulo General de la Orden de la Vieira, celebrada el 8 de marzo en el Hotel Meliá Castilla, evento al que no pude asistir debido a tener que desplazarme a Ferrol para recibir el título de “Socio de Honor” de la Sociedad Artística Ferrolana (SAF), con lo cual me libré de un posible contagio. Como quiera que marché de Irán y de Valencia pocos días antes de que hubiese allí importantes focos del “bicho”, mi buen amigo y prologuista de alguno de mis libros Chema Paz Gago (foto 2), Catedrático de la UDC, me envió el premonitorio “guasapo” siguiente: “Tienes 7 vidas como los gatos…Te quedan 4”. Pues las acepto, Chema.
Falleció en Madrid el empresario coruñés Jesús Jiménez (“Curro Jiménez” para su legión de amigos), cuyo padre jugó en el RC Deportivo hace 80 años. Tío del médico de la “Clínica Finisterre” y muy amigo de Ramón Mella y Pepe Guillín, nació en la calle San José hace 89 años. Era alto, elegante, buen amigo, alegre, con mucho dinero, y muy generoso Tenía una empresa de limpieza y pintura exterior e interior, con más de 600 empleados, y la concesión en varios Ministerios. Tenía 4 hijos (2 pilotos de vuelos transoceánicos de “Iberia”, y una hija controladora aérea), 3 nietos (uno también piloto), y una sobrina también controladora aérea. Tras operarlo con éxito de un aneurisma, pasó a una Residencia de Majadahonda, donde el “bicho” acabó con su vida.
Y hace unos días, también a causa del Coronavirus, a los 79 años de edad falleció en La Coruña un hombre muy popular y querido. Me refiero a Antonio Costas Acevedo, popularmente conocido como “Toñito el de La Iebolina”, que tal es el nombre del legendario establecimiento hostelero, que dirigía con simpatía suma y gran profesionalidad, y que está muy cerca del Ayuntamiento coruñés. DEP ambos.
Hoy se asoma a mi ventana de personas en situación de riesgo, mi querida amiga Carmen Torreiro Caridad, que el pasado día 18 cumplió 70 años de edad. Persona polifacética donde las haya, es una gran pintora, poetisa y cantante. Nacida en Perillo (La Coruña) el 18 de abril de 1950, estudió en el Instituto Femenino de La Coruña, en la Universidad de Salamanca y en la Escuela de Arte Pablo Picasso de La Coruña. Fue Profesora de Español en París, Besançon y Lille (Francia), es vocal de la Asociación de Artistas Plásticos Gallegos (ARGA) y protagonizó numerosas exposiciones individuales y colectivas en España y Francia.
Me dijo que lleva bastante bien la Cuarentena, y que celebró su cumpleaños con su hijo, que vive en el piso bajo de su casa, sita en la Rúa Pombal, en Perillo, casi frente a Correos. Ese día, además, le tocó hacer la “Crónica” del grupo del café “Macondo”, que le encargó Ánxeles Cupeiro.
Habitualmente pasea por su pequeño jardín, en el que tiene un sauco en flor, un madroño, un cerezo, y un olivo lleno de aceitunas, de calidad. Aunque le da mucho trabajo, las limpia a fondo con sosa y agua. Luego las adereza con cebolla, romero y otras hierbas, o con pimentón. También fabrica un pan riquísimo, con harina agua y sal. Hace la masa madre (levadura), la guarda en la nevera y la deja fermentar 5 días.
Lee mucho, pero ahora escribe poco, porque aún no recuperó el humor, desde que hace un año perdió a su otro hijo. Ve poca televisión, porque prefiere la radio. Por la mañana pone la “SER”, y lo que más le duele es ver como algunos “ponen palos en las ruedas”, cuando ahora toca remar todos en la misma dirección.
También pinta, aunque solamente hizo los cuadros que le pidieron para exposiciones colectivas solidarias, como para “Tierra de Hombres, en Ferrol, obra que según le dijeron ya fue vendida. Aprovechó el encierro para arreglar el taller, que tiene en el garaje de la casa, y ya tiene preparado el torno de alfarero y el tórculo para los grabados. ¡¡¡Pues, manos a la obra, querida Carmen, y a seguir cumpliendo años!!!.
Y finalizo por hoy. Prometo seguir dándoles más “Partes de Guerra”. Mientras el cuerpo aguante…. ¡¡¡Saludos y salud!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)