Cuando dejé Valencia, para regresar a La Coruña, ya había un ambiente de bastante inquietud y contenida preocupación por la posible suspensión de las Fallas 2020, fatal circunstancia que no se producía desde los años de la Guerra Civil Española. La rápida expansión del “Coronavirus” por el mundo entero, y por Valencia en particular, terminaría, lamentablemente, por confirmar tan pesimistas perspectivas.
Cabe recordar que las Fallas valencianas se remontan al Siglo XVIII, y que las primeras referencias datan ya del año 1774, aunque no fue hasta el año 1848 cuando encontramos publicaciones que llegan hasta nuestros días, y que dan fe y detalle de sus diferentes celebraciones durante más de dos siglos.
A lo largo de esos más de dos siglos, únicamente en seis ocasiones se han suspendido las Fallas. La primera vez fue en el ya lejano año 1886, cuando los falleros se negaron a colocar en las calles sus creaciones, debido a que se les había aumentado exageradamente el canon que pagaban, desde el año 1851, pasándolo de 5 pesetas a 60 pesetas. Ese año solamente se plantaron dos fallas….
Diez años más tarde, debido a la Guerra de Cuba, penosa circunstancia bélica provocada por los Estados Unidos de América que dio lugar a que se declarara en España el Estado de Guerra y que, además de perder Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam, a solo dos días de su comienzo se suspendiesen las Fallas de Valencia.
Durante los años 1937, 1938 y 1939, a causa de la Guerra Civil Española, no hubo Fallas, y el dinero que estaba destinado a ese gran evento festivo lo aportaron al Ejército de la República. Las Fallas de 1936 se celebraron con toda normalidad, ya que la Guerra Civil no comenzó hasta el 17 de Julio, y finalizó el 1 de abril de 1939.
Y el 10 de marzo de este año, siguiendo las instrucciones de Sanidad nacional, la Generalitat Valenciana decidió suspender las Fallas 2020, trasladando su celebración a los días 15 al 17 de julio. Se desmontaron todas las fallas que fue posible, y a las 12 de la noche del 17 de marzo se quemó, sin público, la falla principal…
Como es natural, las distintas Comisiones Falleras realizaron, con toda normalidad, el amplio programa de actos previos a la “Cremá”, que se inició el 10 de enero con la gran Gala celebrada en el Palacio de Congresos de Valencia, y al día siguiente la Gala de la Cultura Infantil en el mismo escenario.
El día 25 de enero, tuvo lugar la exaltación de la Fallera Mayor de Valencia, Consuelo Llobell y su Corte de Honor, y un día más tarde el de la Fallera Mayor Infantil de Valencia, Carla García, y su Corte de Honor.
Los días 28 y 29 de enero se celebró la recepción de los “Ninots” (cada comisión fallera presentó el que había seleccionado), para mostrarlos al público en la gran “Exposición del Ninot”, que se celebró en el Museo de las Ciencias, dentro del Complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, a cuya inauguración tuve el placer de asistir como “Fallero de Honor”, acto al que ya me referí en páginas anteriores.
Toda la programación prevista se desarrolló sin mayores problemas hasta finales de febrero, pero la aparición en el horizonte de una amenaza insuperable: el Coronavirus, terminaría por dar al traste con la fase más importante de las Fallas.
Uno de los actos más importantes que estuvo a punto de suspenderse fue la “Crida” (el Pregón, en castellano), jornada festiva fallera que se celebró el domingo 1 de marzo, y que incluyó, entre otras cosas: la “Despertá” a las 7.30 horas; la “Mascletá”, a las 14 horas; y “La Cordá”, a las 20 horas.
La Fallera Mayor de Valencia, Consuelo Llobell, y la Fallera Mayor Infantil, Carla García, reunieron en las Torres de Serrano, o puerta de la ciudad, a todas las Comisiones Falleras y varios miles de personas, llamando a la iniciación de los festejos tanto a los valencianos como a los forasteros.
Como es tradicional, durante el concurrido y animado acto, que remató con la interpretación del Himno de la Comunidad Valenciana y el Himno de España, las Falleras Mayores recibieron una réplica de las llaves de la ciudad de Valencia, de manos de su Alcalde Joan Ribó.
Tras un gran espectáculo pirotécnico y de luz y sonido, la Fallera Mayor dijo “Os esperamos”, en varios idiomas, y pronunció el tradicional “ja estem en fallas”…. Pero, lamentablemente y a causa del maldito Coronavirus, diez días más tarde se suspendieron las “Fallas 2020”, aplazándose al mes de julio la que, según los valencianos, es “La Millor Festa del Mon”.
Según el Presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, semejante contratiempo supone unas pérdidas iniciales de unos 700 millones de euros. Yo, como ciudadano español, y como “Fallero de Honor 2020” lamento profundamente semejante contratiempo; y también que las fechas que han elegido para celebrar esas Fallas aplazadas me impidan desplazarme a Valencia, ya que en esos días celebraré mi tradicional Fiesta de Cumpleaños: con mis amigos el día 14 (me suelen acompañar más de medio centenar, como se puede comprobar en la foto del pasado año), y el 16 con mi familia.
Pero como los valencianos son por lo general bastante optimistas, demostradamente emprendedores, amigos de las fiestas y unos grandes defensores y propagadores de sus famosas e internacionales Fallas, no se cruzaron de brazos ante la desgracia producida por el maldito “Coronavirus”, y entre los días 14 al 19 de marzo cumplieron desde los balcones de sus viviendas con una completa “Programación Fallera desde Casa”, espectacular e impresionante “movida ciudadana” que compartieron por Internet, actividad en la que, por cierto, estuvo muy presente la Virgen de los Desamparados, que es la muy venerada Patrona de Valencia. Tal cual se lo cuento.