Hace unos días me desplacé a Valencia, con el fin de pasar unos días en la bella capital del Turia y, al propio tiempo, recibir el nombramiento de “Fallero de Honor 2020” de las mundialmente famosas Fallas de Valencia. Ese entrañable acto tuvo lugar en el amplio y acogedor local de la Falla Mossén Josep Cuenca, de Pinedo, con asistencia de un buen número de sus cerca de 300 socios activos. Fundada en el año 1972, la Falla está presidida por el joven emprendedor Salvador Castelló i Lerma, que es también el actual Alcalde Pedáneo.
Aunque cuentan con una pequeña subvención municipal, la Falla se mantiene fundamentalmente merced al esfuerzo personal y económico de sus asociados, quienes pagan una cuota anual de 200 euros y realizan una serie de actividades de carácter recaudatorio, entre las que destaca la venta mensual de Lotería.
En los años 1999 y 2019 la Falla Mossén Josep Cuenca consiguió el Primer Premio dentro de su categoría, y también lograron el Premio de Ajedrez, el Premio al Mejor Actor de Teatro, y en el recién finalizado 2019 fueron campeones de Futbito. Estos éxitos no son de extrañar, habida cuenta los numerosos jóvenes de ambos sexos que forman parte muy activa e importante de la entidad que, a mi juicio, y a la vista precisamente de tanta juventud, tiene más que garantizado un largo y esplendoroso futuro, cosa que como “Fallero de Honor” celebro de todo corazón.
El pasado domingo tuve la dicha de disfrutar de una gratísima jornada con los falleros de Pinedo, a los que públicamente agradezco cuantas atenciones han tenido conmigo. Y no me refiero únicamente a mi nombramiento como “Fallero de Honor”, distinción que me complace enormemente y que trataré de honrar como corresponde.
A las 10 de la mañana, de ese soleado y muy agradable domingo, participé en el “Almuerzo de la Falla”, celebrado en el “Casal”, un acto sumamente animado y muy concurrido que estuvo presidido por Salvador Castelló y al que corresponden dos de las fotografías que ilustran esta información. Una de las instantáneas muestra un aspecto parcial del local, y en la otra estoy gozando de la compañía de Asier García, Presidente Infantil de la Falla; África Bolufer, Fallera Mayor 2020; Abril Tomás, Fallera Mayor Infantil 2020; Salvador Castelló, Presidente de la Falla; y los “Casaleros” Mary Carmen Ballester, Luis Moncholí y Pilar Gómez. A destacar que entre los presentes se encontraba Gloria Sáez que, con el ya citado Luis Moncholí, pertenecen al grupo fundador de la Falla. En su condición de “Casalera”, Mary Carmen Ballester fue la encargada de darnos una calurosa y muy cordial bienvenida.
Tras un grato y típico desayuno valenciano, nos desplazamos hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con el fin de visitar la gran Exposición de “Ninots”. Fue tanta la afluencia de público que tuvimos que hacer cola durante hora y media, concretamente desde las doce hasta las trece treinta horas. Menos mal que hizo una mañana estupenda, y que nos entretuvimos algún tiempo viendo las maniobras de las pequeñas barcas y piraguas que surcaban las muy poco profundas, limpias y tranquilas aguas del estanque del “Hemisférico”…
La Exposición de “Ninots”, instalada en el Museu Faller de Valencia, dentro del colosal edificio del Museo de las Ciencias, es sumamente interesante, siendo de resaltar la cantidad y calidad de las obras expuestas. La muestra está muy bien montada y perfectamente distribuida, y el orden establecido desde la misma entrada impide la excesiva masificación, aunque en algunos espacios, donde están las mejores creaciones artísticas, se producen inevitables aglomeraciones, a pesar de los esfuerzos de los empleados que luchaban continuamente para tratar de agilizar el “desfile” de los miles de visitantes que por allí pasamos.
El total de “Ninots” mostrados en esta gran exposición es de nada menos que 784 (392 correspondientes a las Fallas de Mayores, y otros 392 pertenecientes a las Fallas Infantiles). La variadísima temática, los diferentes soportes utilizados, las técnicas desarrolladas, la rica paleta de colores y, sobre todo, la extraordinaria calidad artística, convierten a esta muestra en un soberbio espectáculo de gran alcance cultural.
Y es por eso por lo que, si a mis queridos lectores se le brindase la oportunidad de pasar por Valencia, les sugiero que no dejen de “dar un saludo personal” a esos entrañables y festivos “Ninots”, algunos de los cuales aparecen en la tercera de las fotografías que acompañan este artículo. Caso de que lo hiciesen, estoy seguro que agradecerán mi desinteresado y amistoso consejo. Tal cual se lo cuento. ¡Saludos y salud!. (Fotos: Lajos Spiegel)