En las instalaciones que el Casino de La Coruña posee en la C/Real, se celebró la gran noche de carnaval, estas se vieron saturadas por gran cantidad de socios que acudieron ataviados con vistosos disfraces.
Después de degustar una opípara cena compuesta por los clásicos productos gastronómicos, a la que no faltaron los consabidos postres típicos de la celebración, se procedió al desfile de los grupos, tríos, parejas o personas que a nivel individual se presentaron a los premios establecidos en las diversas categorías.
Se parodiaron programas televisivos. Juegos de magia, evolución femenina, regreso indiano a Galicia y así un largo etc, otorgándose premios a los mejores.
Sabemos que el Carnaval es tiempo de burla. escarnio. sátira, música y danza, durante estos festejos todo está permitido, constituye un período de permisividad, de crítica social, en el que se ridiculiza a los gobernantes, a los nobles, al clero, e incluso a la moral religiosa, los rostros se ocultan bajo máscaras y disfraces, se celebran desfiles y bailes, en la antigüedad se encendían hogueras y se sacrificaban animales para atraer la fortuna.
El Casino herculino no es indiferente a ello, así organizó para sus socios la ya tradicional cena-baile de disfraces que se vio muy concurrida, los socios acudieron ataviados con vistosos atuendos, tanto los que lo hicieron formando grupos como a nivel individual, fueron acreedores a los aplausos de los asistentes que premiaron su ingenio con interesantes premios.
La velada transcurrió con gran animación. El baile amenizado por el “dúo diamantes”, muy alegre y animado, duró hasta altas horas de la madrugada.