El lunes asistí a la nostálgica y evocadora conferencia “Tazas y tapas por aquella Coruña”, que pronunció el periodista y abogado Emilio Quesada, querido compañero en la primera Corporación Democrática del Ayuntamiento de La Coruña, a quien tuve como directivo durante mi presidencia de la Federación Provincial de Tenis de Mesa. La presentación fue un tanto atípica, ya que el protagonista no cerró el acto. Tras la apertura de Juan-José Medín, Presidente del Casino, intervino José-Manuel Liaño, ex Alcalde de La Coruña, quien realizó una soberbia semblanza de Quesada, destacando su labor polifacética, e hizo una magnífica referencia a “la invención de la taberna” y un recorrido por las más emblemáticas tascas coruñesas. Emilio Quesada agradeció nuestra presencia y los elogios recibidos, y nos deleitó con un montón de anécdotas relacionadas con la vida tabernaria coruñesa, de algunas de las cuales fue protagonista o partícipe.
Hizo un recorrido tasquero por las calles de La Coruña, y citó el “Muiños”, “Otero”, “Pacovi”, “Ordenes”, “La bombilla”, “El Huevito…, y sobre todo “Casa Enrique” y sus tertulias de grandes personajes de las letras y las artes. Cerró el acto el historiador Luis Gorrochategui, felicitando a Quesada por su labor, y recordó sus tiempos estudiantiles y sus recorridos por las tabernas herculinas, en especial “Casa Enrique” (sobre la cual escribió Quesada un libro, del que tengo un ejemplar dedicado) y sus charlas con el librero Molist y otros personajes, así como los famosos “botijos” que allí bebían. De las actuales tascas, destacó “El Priorato”, donde aún se pueden beber buenos porrones de vino, y dijo que esos locales son auténticos “templos”, y que hay que evitar desaparezcan los pocos que quedan. Todos fueron muy aplaudidos por el numeroso público asistente. Tal cual, se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel)
