Correspondiendo a la amable invitación que me remitió la flamante Alcaldesa de La Coruña (mi excelente amiga Inés Rey) el pasado miércoles asistí a la inauguración de la soberbia exposición “Frida Kahlo, a tres pinceis”, que hasta el 21 de julio acoge la sala del Palacio Municipal de La Coruña. El acto estuvo presidido por el concejal socialista Jesús-Javier Celemín, y también asistió Roberto Coira, concejal del PP. Tras una breve introducción de Jaime Oíza, Director Municipal de Exposiciones, Celemín realizó una docta y concreta presentación, demostrando saber perfectamente de lo que hablaba. También intervinieron Carlota Cuesta y Jesusa Quirós, dos de los “tres pinceles” (el otro es el de Alberto Gironella) que protagonizan la muestra, deleitándonos con un interesante recorrido por todos y cada uno de los cuadros que la integran. Hace unos 36 años llegó a Madrid uno de los principales artistas mejicanos de la segunda mitad del Siglo XX: Alberto Gironella. Acompañado por su nueva esposa, Sanda Racotta. Allí retomó su actividad, en el estudio cedido por una de sus compañeras en París: Carlota Cuesta. Juntos, con otra de las pintoras del Madrid del último tercio, Jesusa Quirós, iniciaron un proyecto de una suite a “tres manos”, en la que se implicaron otras celebridades como Rosa Chacel. El motivo principal era realizar un homenaje a Frida Kahlo, para el que posó la propia Sanda Racotta, en el que estuvieran presentes alusiones tanto a Méjico como al Madrid que evoca Ramón Gómez de la Serna y que tanto admiraban todos ellos. Y lo que se presenta ahora en La Coruña es el fruto de esa colaboración, que es un excelente ejemplo de la efervescencia artística con que vivimos los primeros años de la recuperación de la democracia. Proyectos generosos e innovadores y, sobre todo, de gran calidad. ¡Chapó!. (Foto: Lajos Spiegel)