El partido que hoy disputamos los deportivistas en Oviedo nos hace volver atrás en el tiempo a los que en los años ochenta nos bautizaron como los niños del ascenso. Recuerdo que viajamos a tierra astur una caravana de autobuses blanquiazules que el ayuntamiento había fletado para la ocasión con el ánimo de que los socios y peñas deportivistas pudiésemos apoyar a nuestro querido Deportiviño.
Lo trascendente de aquel partido se hacía notar en las colas que se formaban los días anteriores al duelo astur-galaico en la agencia de Viajes Travidi con al ánimo de conseguir asiento en los coches. Las plazas se agotaron a las primeras de cambio, y Manolo Raposo atendiendo la demanda consiguió una gran flota que nos llevo a miles de personas a la capital asturiana. Las tiendas de retales vendieron el blanco y azul hasta el último metro.
En la preparación de aquella caravana existió voluntad, unidad, conexión y visto bueno de todos los estamentos sociales, políticos de la ciudad para realizar un gasto en pro y defensa de algo tan sensible como es el deportivismo y coruñesismo. Recuerdo aquella sensación de orgullo a raudales, todos a una, con figuras de excepción como la de Juan Manuel Iglesias Mato “Palau” que como concejal y directivo del Club coruñés apoyó esta misión que aun está en el recuerdo de muchos.
El viaje a Asturias era largo y pesado, no existía el puente de los Santos, por lo cual Vegadeo se convertía en parada obligada, las curvas de Espina mareaban a más de uno y las paradas se convertían en obligadas para el descaso del viajero. La ida alegre se hacía corta, la categoría, la misma que hoy en día. ¿Cuál era el objetivo? El ascenso. ¿Os suena algo? Pues sí, lo mismo que hoy en días. La vuelta, el mismo día, se convirtió en más larga y pesada que la ida. Muchos kilómetros y una tristeza más de la década de los ochenta tras perder el tren del ascenso.
Aquel día los futbolistas Montes, Dacosta, Richard, Gil, José Luis, Vicente, Donowa, Maurí, Cayetano y Agulló, pupilos del recordado entrenador deportivista Txutxi Aranguren no consiguieron el objetivo. Para el recuerdo la expulsión del lateral zurdo blanquiazul Silvi que sin medir las consecuencias le dio un codazo al extremo Thomson y fue expulsado por el colegiado, creo recodar, Villena Pena, que para nuestro perjuicio pitó un penalti a favor de los carballones que les dio la victoria y nos dejaba una vez más sin el ansiado ascenso.
Es necesario situarnos en el tiempo para entender lo que sufrimos y pasamos los deportivistas en esa década que fue la antesala al nacimiento del SuperDepor. Qué bonito, emotivo y emociónate el reportaje que pudimos ver el pasado jueves en el programa que Informe Robinson emitió en homenaje a la gesta histórica de aquel equipo donde los Lendoiro, Arsenio, Fran, Bebeto, Mauro Silva, Claudio, Aldana, Donato entre otros nos hicieron sentir orgullos de nuestros colores. ¡Forza Depor! y a mi querido padre un ¡Forza Fefé!