Desde hace cinco años, el 30 de diciembre celebro una gran comida con los amigos y familiares que buenamente pueden asistir en tan complicada fecha de finales de año. Sobre todo, en esta última celebración, ya que coincidió en domingo, día que muchos reservan para sus familias, de forma especial los “abueletes” que deben cumplir con la noble tarea de “canguros”. Ese encuentro gastronómico, con el que celebro gozosamente mi “Aniversario Vital”, que es como mi “segundo cumpleaños”, tiene dos condicionantes: es una invitación sin ningún tipo de aportación (como deben ser las invitaciones), y por eso tampoco admito regalos. Pero, pese a mi insistencia en este segundo aspecto, siempre hay alguno que se salta la norma…. Y entre los que se la saltaron en esta oportunidad estuvo el destacado músico y compositor betanceiro Paco Casal (con él, en la foto) que, pese a residir en Alpedrete (Madrid) desde hace varios años, siempre hace todo lo posible para acompañarme el 30 de diciembre en mi “Aniversario Vital”, y el 14 de julio, en mi cumpleaños real. Y en esta ocasión, Paco me hizo un obsequio que para mí tiene un gran valor personal: me entregó la copia del Registro en la “SGAE” (Sociedad General de Autores de España) del vals que compuso en mi honor, titulado “Roberto L. Moskowich. Viajero sin Fronteras”. Por cierto, el gran violinista brasileño Anderson Quintiliano, que estuvo dialogando con Paco Casal durante mi citada fiesta, y que nos deleitó con un soberbio mini-concierto de violín y viola, está trabajando en el montaje y grabación de mi vals (que tiene letra de la poetisa Esther López Castro), contando para ello con acompañamiento de piano. Ya les informaré del resultado, que seguro ha de ser bueno. Da gusto tener amigos así. De verdad. ¡¡¡Muchas gracias a todos!!!. (Foto: Lajos Spiegel)