Santa Marta (Colombia), 30 de octubre del 2018
Antes de hablarles de mi viaje, les diré que, tras asistir en Madrid a la Recepción en el Palacio Real, donde estuvo con Vargas Llosa e Isabel Preisler, estos días anduvo por aquí el ferrolano Pedro Santos, capitoste del PP (y tambien Domingo Bello Janeiro, catedrático de la Universidad de La Coruña).
En jornadas realmente maratonianas, Pedro Santos, que cumplió 40 años el 18 de julio (día muy significado durante el franquismo), estuvo en el Congreso Nacional de Colombia, en la Casa Nariño, en La Brasserie, en el Centro de Convenciones, etc. Mantuvo reuniones y entrevistas con el Presidente colombiano Iván Duque, a quien considera un hombre de principios y valores; con Restrepo, Ministro de Comercio, Industria y Turismo; con Silvia Constantino, de las TIC; y con Botero, Ministro de Defensa. Según Pedro Santos, «se aportaron iniciativas para seguir construyendo y proyectando una Colombia cada día más próspera «. Tal cual, se lo cuento….
Me levanté a las 7 de la mañana, y como hasta las 9 no me recogian para llevarme al Aeropuerto Internacional de El Dorado, muy cerca de Bogotá, aproveché para dar un paseo por la Carrera 7.
A las 9 en punto me recogió el chófer que me llevó al aeropuerto, y al pasar por la Carrera 13, semi esquina con la Calle 53, vi una buena oficina del BBVA. La Calle 53 es muy amplia, cuenta con 4 carriles y un gran seto central arbolado, la conocen con el nombre de «Galerías» y tiene muchos comercios y oficinas.
Atravesamos La Esmeralda, una zona residencial en la que hay varios Ministerios, seguimos por el Parque Simón Bolívar, que es el más grande de Bogotá, y luego nos incorporamos a la Avenida de El Dorado, que nos llevó directamente al aeropuerto del mismo nombre.
En apenas 20 minutos estaba en la terminal, donde me esperaba Nelson Vega, e hicimos con suma rapidez todos los trámites para embarcar.
De Bogotá a Santa Marta volé con «Avianca «, en un Airbus A320-100, de 150 plazas. A bordo tuve una sorpresa positiva: viajé en Bussines, concretamente en el asiento 3K. Como es natural, no me enfadé…. La distancia entre ambas terminales es 713 km, que cubrimos en 1 hora y 10 minutos (más o menos como entre La Coruña y Madrid).
Salimos con media hora de retraso, y tras sobrevolar la ciudad de Bogotá pusimos rumbo a Santa Marta, que está en el Norte.
El vuelo fue excelente, y antes de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, que está al lado del mar, volamos un buen rato paralelos a la costa. El tiempo en Santa Marta era muy bueno, con 22 grados de temperatura. La terminal es muy amplia y moderna y ha sido inaugurada hace un par de meses. Allí me recogieron el guía Alex Martínez, y el chófer Jorge Ayala.
Dejamos el Aeropuerto y nos dirigimos a Santa Marta, que está a unos 20 kilómetros, bordeando playas y cruzando las vías del tren de mercancías que transporta sobre todo carbón, y atravesando Rodadero.
Después de dejar mis pertenencias en la amplia y excelente habitación del Hotel Best Western Plus, inicié un interesante tour por la ciudad y sus alrededores.
En primer lugar nos desplazamos hasta la Quinta San Pedro Alejandrino, en la que el 17 de diciembre de 1830 murió Simón Bolívar. La contruccion de esta casa data de 1608. La parte antigua está pintada de amarillo, y la parte nueva de blanco.
Los terrenos iniciales, unas 400 hectáreas, pertenecieron a la tribu Mamatoco. En la época de Bolívar eran propiedad de su amigo español Joaquín de Mier, que tenía allí una gran plantación de caña de azúcar y muchos esclavos. También era el dueño de toda la flota marítima de Santa Marta. Simón Bolívar acudió a San Pedro Alejandrino por invitación de Mier, tras pasar 11 días enfermo en Santa Marta.
En la habitación en que murió Bolívar hay un reloj parado justo en la hora de su muerte, el maletín del médico francés que le atendió, unos retratos de sus padres, y otras pertenencias. Aunque murió de tuberculosis, a los 47 años, tenía sífilis y varias enfermedades más. Su nombre completo al morir era: Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte Blanco Soho Villegas de Américas de Indias.
Además están la Biblioteca, el Baño (con bañera de mármol de Carrara), la Sala Bolivariana, la Sala de fumar, el Comedor (muy sencillo), la Cocina, la Repostería y las Caballerizas (donde se encuentra el carruaje en que trasladaron a Bolívar desde Santa Marta).
Allí cerca está el «Altar de la Patria», con una gran figura de Bolívar en su interior, hecha en Roma. Las obras se iniciaron en 1930, y no finalizaron hasta 1942. En el frontispicio del edificio pone «Colombia al Libertador «, ya que es un homenaje póstumo del pueblo colombiano a Simón Bolívar.
Es de resaltar que en ese lugar se hizo el primer ron de Colombia, la miel de caña, y la panela, que es un bloque de caña de azúcar. Hoy por esos cuidados terrenos hay iguanas, y el conjunto constituye un Jardín Botánico.
A continuación visité el Monumento al Pibe Valderrama (Carlos Alberto Valderrama Palacios, que fue capitán de la Selección Colombiana de Fútbol muchos años. Está delante del antiguo estadio de Santa Marta, su ciudad natal. Mide 9 metros de altura, el largo y ensortijado pelo está hecho con 3.500 alambres de cobre, y es obra de Amilcar Ariza, abogado de profesión, que por cierto ya está trabajando en otra de Radamés Falcao, que también es de Santa Marta.
Santa Marta tiene unos 600.000 habitantes y posee los dos primeros Parques Racionales de Colombia: Parque Nacional Tayrona y Parque Nacional Sierra Nevada. Y también la montaña más alta próxima al mar del mundo, con 5.775 metros de altura. Sin salir de la ciudad se puede pasar por todos los cambios climáticos, y España es el país europeo que más turismo aporta.
Fundada en 1525, por Rodrigo Galván de la Batida, Santa Marta es la ciudad más antigua de Sudamérica. El plato típico es la banana verde (guindo) y el «Patacón» es lo que conocemos como arroz a la cubana.
Seguimos nuestro viaje visitando Taganga, que significa Bahía Serpiente, debido a la gran cantidad de serpientes de cascabel que había en la zona. Es un pueblo de pescadores y artesanos. Cuenta con bellas playas, y desde su mirador hay unas impresionantes vistas.
Seguimos nuestro recorrido por la Bahía de Santa Marta, considerada la «Bahía más bella de América». En medio está el islote del Morro, que fue una gran defensa contra los piratas. Su puerto es el tercero del país y exporta mucho carbón. Por cierto, la máquina y los vagones llegaron de Francia antes de que se hubiera terminado la vía, lo que dio origen a la famosa canción «Santa Marta giene tren pero no tiene tranvía » del maestro Benito Barros.
La siguiente visita fue a la Catedral Basílica Menor de Santa Marta, que data de 1645. Es la primeraCatedral fundada en Sudamérica. En su interior está enterrado el fundado de la ciudad, y también estuvo enterrado 12 años Simón Bolívar, hasta que en 1842 sus restos mortales fueron trasladados a Venezuela.
Y con las visitas a la Alcaldía (antigua prisión) y a la Casa de la Aduana, un bello edificio de 1530 que alberga el Museo del Oro (oro de la tribu Tayrona. En el primer piso que es de 1730 estuvo 6 días Simón Bolívar en 1830,m
antes de ir a morir a la Hacienda de San Pedro Alejandrino….
Mañana es otro día. ¡Saludos y salud!. (Fotos: Lajos Spiegel)