Santa Cruz (Bolivia), 22 de octubre del 2018
La verdad es que no pudo empezar mejor mi estancia en Bolivia, tras llegar a esta bella ciudad de Santa Cruz con media hora de adelanto tras un estupendo vuelo desde Madrid.
He tenido la suerte además de que me asignasen una guía estupenda: Cynthia Otalora, de la Asociación Cruzeña de Guías de Turismo. Una gran profesional, madura y responsable, acompañada por José-Carlos Bascope, magnífico y eficaz chófer.
Otra nota favorable en mi arribo a Santa Cruz es el «Hotel Cortez», un 5 estrellas de verdad, muy bien situado, moderno y a la vez tradicional, muy acogedor y estupendamente dotado. Desde la amplia ventana de mi habitación del piso 7 tengo unas magníficas vistas de la ciudad, apreciando el contraste entre los edificios tradicionales y los modernos, lo mismo que desde uno de los ascensores panoramicos.
Este gran hotel fue fundado por Martín Cortez James (1915-1994) famoso hombre de las minas y los campamentos que recorrió palmo a palmo estas tierras y acuñó la exitosa frase «Es del cruzeño la hospitalidad» (algo parecido a «La Coruña ciudad en la que nadie es forastero»). Cortez fue un pilar fundamental en la hostelería de Bolivia, y en su aspecto aventurero y descubridor me recuerda al argentino Perito Moreno, que le dio nombre a uno de los mayores y más famosos glaciares del mundo.
A pesar del sol de justicia, realicé un magnífico recorrido por la ciudad y sus alrededores. Como dato ilustrativo, les diré que a las 11 de la mañana el termómetro rebasaba ya los 32 grados, la sensación térmica era de 37 grados, la humedad apenas rebasaba el 50%, el índice UV era «Muy alto «, y no había viento. Y eso que las nubes se entremezclaban con el sol…. ¡Ah!, para evitar sorpresas de «indeseables » antes de iniciar el recorrido me eché repelente para los mosquitos.
He podido comprobar en este primer contacto con el Estado Plurinacional de Bolivia que es un país poco conocido por el turismo internacional. A pesar de tener una gran diversidad y belleza de paisajes, poseer el desierto de sal más grande del mundo (Salar de Uyuni) y el lago más alto del planeta (Titicaca). La guía me dijo que el colapso económico mundial influyó muy negativamente en un turismo emergente y prometedor, y que aún no se recuperaron de tan negativo impacto.
La ciudad de Santa Cruz es la más tropical y la mas cara de Bolivia, está en una zona con mucha agua y la bordea un río que en 1983 subió nada menos que 7 metros e inundó una extensión enorme. Ahora hay una serie de canales que evitan semejante desastre.
Santa Cruz está solamente a 416 m de altura, muy poco para un país que «está cerca del cielo», encaramado sobre los Andes y en pleno corazón de América del Sur. Está considerada como la «Capital Oriental» de Bolivia y es el centro económico de ese país.
Los alrededores tienen de todo. Desde lugares muy pobres a barrios de alto standing, como el que todas sus calles son nombres de ciudades o regiones de España. Pasé por el viejo Aeropuerto (incrustado en la ciudad y hoy abandonado a causa de un accidente muy grave), el Barrio Aeronáutico, el Cementerio Alemán (absorbido por la creciente urbe), la Avda de las Américas que conectaba con el viejo Aeropuerto, el Barrio Panamericano con sus concesionarios de coches, la famosa calle Ballyvian sede del Carnaval con sus desfiles y la elección de la reina, el bellísimo Monumento a la Madre India hecho en arcilla rojiza, el viejo Avión Pirata que hacía contrabando entre Brasil y Paraguay y que ahora adorna una plaza pública, varios mercados callejeros y muchas tiendas de venta de cocinas para hacer churrascadas…. hasta llegar a la bella y bulliciosa Plaza 24 de Septiembre, donde está la Catedral. Por cierto, en esa Catedral no se hacen bodas ni bautizos, ya que casi todos los barrios tienen su propia Iglesia.
Debo resaltar que Santa Cruz, situada sobre una planicie amazónica, ha cambiado el tradicional damero español de sus calles por una estructura circular, como los anillos del tronco de los árboles, dejando el casco viejo o centro histórico como el núcleo de esta ciudad, que está en permanente desarrollo.
Además de la Catedral, cuyo atrio es un lugar de encuentro para los jóvenes, alrededor de la plaza principal se encuentran una serie de bellos edificios: la Alcaldía, la Casa de Gobierno, la Casa de la Cultura, el Club Social 24 de Septiembre, y el «Parlamento» de Santa Cruz. Y en el centro de la plaza, hay un gran monumento de bronce al Coronel Ignacio Warnes, héroe de la independencia 1816.
En los alrededores hay lugares tan interesantes como la famosa Casa Melchor Pinto, el Arzobispado, Artecampo con su exposición de artesanías de las etnias amazónicas o el mercado de La Recoba en el que hay productos típicos de las comunidades nativas orientales y andinas….
Muy cansado, sudando a mares, pero muy contento por lo que vi y conocí, regresé al Hotel a la caída de la tarde para escribir esta nueva crónica viajera y seleccionar las imágenes que la acompañan.
¡Saludos y salud!. (Fotos: Lajos Spiegel)