Llevamos unas cuantas semanas hablando de finales. El Real Club Deportivo de La Coruña necesitaba imperiosamente ganar los últimos partidos de liga, y dicho sea de paso apuntar que no ganó. Estamos metidos en un lio tremendo y con pocas posibilidades de mantener la categoría. Nos quedan veintisiete puntos por disputar y a esto es a lo que se agarra Seedorf, que lleva unos días diciendo que final solo hay una.
Yo a Seedorf le voy a replicar, y le diré que ganar una final puede dar derecho a jugar otra final, y perder esta final puede enviarnos a segunda, lo cual implicaría que podríamos diputar más de una final. Incluso diríamos que ir ganando finales nos daría la oportunidad de seguir disputando finales. Los deportivistas sabemos de lo que hablamos.
Ojalá tenga razón el técnico holandés y esos puntos que faltan por disputar nos permitan jugar una finalísima el último partido de liga contra el Valencia. Contra el Valencia y Real Sociedad jugamos hace pocos años dos finales y las perdimos, ambas temporadas nos fuimos a segunda. Eso sí eran finales que no daban derecho a jugar más, llegamos con posibilidades hasta el último partido y lo perdimos. Fin de la historia y a segunda división. En esta ocasión la mayoría del deportivismo firmaría llegar con posibilidades al último partido, aunque en esta ocasión no nos las prometemos tan felices.
La diferencia de los últimos descensos y del que supuestamente se avecina, es que en las pasadas ocasiones el “Si se puede” se hizo fuerte. Hoy en día y desde hace muchas jornadas los que llevamos tiempo yendo a Riazor intuimos que no hay mucho que rascar. Esto es un cumulo de despropósitos, que empezando por los jugadores, cuerpo técnico y dirección deportiva acaba en la responsabilidad de un Consejo de Administración el cual ha trabajado mucho y bien en otras áreas, pero no en la deportiva. Los últimos días comprobamos una vez más como algunos jugadores no se han preocupado de conocer el idioma, eso demuestra el compromiso que tiene con el Depor y la ciudad.
No me voy a cansar de pedir con el máximo respeto a nuestro presidente Tino Fernández que cambie de asesores deportivos. Los que están ahora han demostrado que no saben hacer las cosas bien, y si lo saben no lo han hecho. Por lo cual, podemos concluir que es necesaria una limpieza profunda desde abajo. Creo que debemos confiar en crear un área deportiva solida con varios técnicos que comulguen con un sistema de trabajo en equipo y que tenga fe en el proyecto y el trabajo de club. A partir de ahí, se podrá fichar cuerpo técnico y jugadores.
Nos quedan nueve partidos de liga ante Atlético de Madrid, Málaga, Athletic Club de Bilbao, Sevilla, Leganés, Barcelona, Celta, Villareal y Valencia. Para mí, y aunque a Seedorf no le guste, son nueve finales. De las cuales la más fácil a priori es el Málaga, el resto y en la actualidad son equipos mas fuertes que el Depor. En fin, a los que tenemos sangre blanquiazul nos queda por vivir un infierno. Nadie dijo que sea fácil ser de Depor. ¡Forza Depor!