El auditorio de “A Fabrica”, muy cerca de mi casa en la playa coruñesa de Santa Cristina, volvió a resultar insuficiente para dar cabida a las personas que se acercaron hasta allí para asistir a un concierto de música viva y en directo. Las 198 plazas autorizadas, cómodamente sentados, y las sillas supletorias colocadas en ambos pasillos laterales y en la parte posterior de la sala, no bastaron. Cuando llegué al local, la cola llegaba hasta el embarcadero que hay en la parte exterior del mismo. En esta oportunidad, actuaba Rosa Cedrón, acompañada al piano por Miguel Arthus, autor de varias letras de su último disco, con quien cantó a dúo algunos temas, y la entrada costaba 3,50 euros. Se colgó el “No hay entradas”, y casi una veintena de personas, entre las que estaban Geny Otero y tres amigas, se quedaron sin poder disfrutar de la presentación del excelente álbum “Nada que perder”, en el que Rosa Cedrón experimenta nuevas texturas y sonoridades. Por allí andaban María-Esther Garrido Pan, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Oleiros, y varios de los integrantes del activo grupo internauta “Perillo-Oleiros 15172”, que por cierto celebrarán el sábado, en “Él Rincón de Ger” (Hotel Santa Cristina) un cocido-xuntanza al que está prevista la asistencia de más de medio centenar de personas. Es de resaltar la intensa actividad que está desplegando Rosa Cedrón, que actuó, con otros artistas, en el Centro Ágora, de La Coruña, en una gala benéfica a favor de la Asociación Española contra el Cáncer, y que pasado mañana volverá a hacerlo, en la “Festa do Queixo”, en Arzúa (La Coruña), en un festival que recordará a Ana Kiro. Durante las diversas celebraciones previstas figura el descubrimiento de un busto, en honor y recuerdo de esa popular cantante de A Castañeda (Arzúa), que residía en Mera (La Coruña) y a quien tuve el gusto de tratar personalmente. Tal cual. (Foto: Lajos Spiegel)