Si quieren disfrutar con una buena exposición de pintura, les recomiendo la de Concha Andrade Couto, en el “Mesón El Rincón”, en la Playa de Santa Cristina (La Coruña). Se trata de una veintena de obras, de muy variada temática y estilo. Concha, nacida el 31 de abril de 1937 en San Vicente de Vigo (Cambre), llegó a la pintura hace unos 25 años, al enfermar de gravedad su marido y tener que dejar de trabajar. Hija de taberneros (sus padres tuvieron taberna en Santaia-Carral, y después “Casa Castaño”, en O Burgo-La Coruña) también ejerció de tabernera, hasta que en 1961 inauguró el “Supermercado Concha”, local que terminó alquilando al Banco Central. Comenzó a pintar a los 55 años, cuando se “prejubiló” para atender a su marido, que moriría un par de años después. Sus inicios pictóricos fueron en la “Casa Rosa” (Servicios Múltiples de Culleredo) y su primer maestro fue Tino Poza. Después estuvo tres años con Ramón Manzano, en Caixa Galicia, del que aprendió mucho “porque es muy bueno, y todo un caballero”. Más tarde estuvo con Ángeles Ocaña, en el Centro Fonseca, que fue quien la ayudó a querer la pintura y a verla de otra manera, asistió a clases en su estudio, y aún continúa visitándola. También la ayudó mucho Natalia, en Servicios Múltiples de O Burgo. Pero “la perla de la corona”, como ella dice, es Manuel Romero, con estudio en la Cuesta de la Tapia, a quien Concha considera fundamental en su aprendizaje y quehacer pictórico. Para completar su formación, Concha visitó importantes Museos y Salas de Arte de España y del extranjero. Antes de ésta de Santa Cristina, Concha Andrade realizó varias exitosas exposiciones. Pero todas con la rara particularidad de que sus obras “no tienen precio”, por la sencilla razón de que se niega a venderlas. Son como “sus hijas”, y “los hijos no se venden”…. Tal cual, se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel)