Debo confesar que me produjo una gratísima sorpresa la gran cantidad de personas que acudieron el viernes a la inauguración de la sensacional exposición del gran escultor coruñés Pancho Castelo. Lo digo porque la amenazante e intermitente lluvia no invitaba a atravesar la larga pasarela de madera que une el Castillo de Santa Cruz con tierra firme. Y esas tan poco favorables condiciones atmosféricas reafirmaron el enorme interés que despierta la colosal obra de Pancho Castelo, que hasta fue capaz de lograr que acudiese al acto inaugural Ángel García, alcalde de Oleiros (La Coruña), acompañado por las concejalas de Cultura y Turismo. A mí me cupo el honor de presentar al artista, al igual que lo hice cinco años antes, en la ciudad de Sada (La Coruña), en la exposición titulada “Tiempo relativo”. Y también, como en la citada muestra anterior, he tenido la honra de prologar el soberbio catálogo editado por la Diputación Provincial de La Coruña, que fue traducido al Inglés para las giras internacionales de la obra de Pancho Castelo. Pero si en aquella ocasión fue la pizarra la protagonista principal de la muestra, en esta de Santa Cruz, titulada “Metamorfosis del Bosque Atlántico”, lo es la madera. La apertura del concurrido acto, al que acudieron significados colegas del artista y galeristas, corrió a cargo de Carlos Vales, director del “Ceida”, intervino luego Pancho Castelo, siguió mi presentación, y cerró el alcalde dando por inaugurada la exposición. Como magnífico complemento de la muestra hubo un concierto protagonizado por el dúo de música clásica integrado por Candela Tellado (contrabajo) y María Teijeiro (flauta), que fueron larga y merecidamente aplaudidas. Sin que me ciegue mi gran amistad con Pancho, les recomiendo de todo corazón visiten esta soberbia exposición, que estará abierta hasta el 5 de julio. ¡De nada, amigos!. (Foto: Lajos Spiegel)