Si desean disfrutar de una excelente exposición de grabado y estampa les recomiendo visiten la que, hasta el 2 de mayo, nos ofrece Carmen Torreiro (con sombrero en la foto) en la Asociación de Artistas de La Coruña. Bajo el nombre “El grabado y la estampa”, y a través de sus logrados grabados (excepto una terracota, iluminada con óxidos, que representa el sello de una Abadía) Carmen nos traslada la idea central de su exposición: la historia del grabado, la etimología del vocablo, y la diferencia entre grabado y estampa. Hay quien dice que el grabado comienza en la prehistoria, de ahí las obras que representan petroglifos o pinturas rupestres. La palabra grabado viene del verbo grabar, que significa señalar con incisión o abrir y labrar en hueco o en relieve sobre una superficie de piedra, metal, madera, etc., un letrero, una figura, o una representación de cualquier objeto. De esa manera comienza la creación de las planchas o matrices de grabado. También hay otras técnicas, como la litografía, que no se basan en este tipo de planchas; y, evidentemente, las nuevas tecnologías nos han proporcionado instrumentos para grabar con otras técnicas. La estampa es la impresión que se realiza en papel con las planchas que he mencionado, pero que en el lenguaje corriente seguimos llamando grabado. El grabado, como lo conocemos hoy, nació con la aparición del papel en China. En occidente llegó más tarde, y se utilizó al principio para ilustrar textos religiosos. Parece ser que la primera matriz de xilografía que se conserva es la que presenta con el nombre de “Bois Protat”, llamada así por ser descubierta por el francés Jules Protat. Según Carmen, su exposición sólo de grabado tiene el objeto de poner en valor esta técnica artística; ya que si bien la mayoría de los artistas lo valoran, no sucede lo mismo con el gran público. Y si ella lo dice…. (Foto: Rafa Magán)