Pragmatismo auténtico y en estado puro, es lo que destila por sus poros Ana Pontón, lideresa del Bloque Nacionalista Galego (BNG), con quien aparezco en la fotografía que ilustra esta información. En mi opinión, es la única persona que en estos momentos está en condiciones de conseguir que el BNG vuelva a ser un partido realmente fuerte y progresista. La joven sarriana, que por cierto honra sus orígenes aldeanos, ha renovado su liderazgo al frente de la formación nacionalista citada. Y lo hizo a lo grande, en la ciudad de La Coruña, urbe en la que por cierto nació este partido. El cónclave celebrado recientemente ha sido una auténtica refundación del BNG, con una formación que cerró filas en torno a Ana Pontón, su actual portavoz nacional. Tras año y medio de ardua tarea y tenaz lucha, Ana ha logrado reflotar al BNG, cohesionarlo, interrumpir la peligrosa deriva que amenazaba con destruirlo, y concitar apoyos muy importantes. En la reciente Asamblea Nacional, celebrada en las herculinas instalaciones de “Palexco”, votaron 1.132 afiliados, y el triunfo de Ana Pontón ha sido aplastante y abrumador. Recibió nada menos que 1.112 votos a favor, con 19 abstenciones y un solo voto en contra (¿el suyo….?). Es decir, que el 98,2% apoyaron la gestión de su lideresa, que se está dejando las pestañas en la tarea y ha cosechado ya unas cuantas canas anticipadas. Además, el 96,8% aprobaron la tarea de la Ejecutiva saliente, y el 98,5% refrendó el informe del Consello Nacional. Ana Pontón afirmó que “solo Galicia puede salvar a Galicia”, que de La Coruña “salía un nuevo BNG”, y que estaban en condiciones de hacer progresar a Galicia. Lapidaria (y nunca mejor dicho) fue su frase “No estábamos muertos ni enterrados”. Y si Ana lo dice….(Foto: Lajos Spiegel)