Las instalaciones que el Casino Herculino posee en la C /Real se vieron saturadas por los socios de la centenaria Sociedad que acudieron ataviados con magníficos disfraces a celebrar la ya tradicional cena-baile de disfraces. Por allí vimos pasearse a una singular gitana leyendo la mano a quien requería sus servicios, al policía de turno vigilando el cumplimiento de la ley… y así un largo etc.
Sabemos que el Carnaval es tiempo de burla, escarnio, sátira, música y danza, durante estos festejos todo está permitido, constituye un período de permisividad, de crítica social, en el que se ridiculizan a los gobernantes, a los nobles, al clero, e incluso a la moral religiosa, los rostros se ocultan bajo máscaras y disfraces, se celebran desfiles y bailes, en la antigüedad encendían hogueras y se sacrificaban animales para atraer la fortuna.
Esta celebración hunde sus raíces en la noche de los tiempos; constituye una de las fiestas populares de mayor tradición en la historia de la humanidad. Su celebración proviene de los rituales paganos a Baco dios del vino. En los festines que se realizaban en honor al buey Apis en Egipto, o en las Saturnales romanas en honor del dios Saturno: se dice que ya el pueblo sumerio celebraba estos festejos hace 5,000 años.
Galicia los celebra con gran afluencia de público en sus diferentes manifestaciones, la Coruña tampoco es ajena e ello. Comparsas, carrozas, público en general invade las calles de la Ciudad con sus bailes y su música.
El Casino Herculino no es ajeno a ello, organizó para sus socios la ya tradicional cena-baile de disfraces que se vio muy concurrida, los socios acudieron a la misma ataviados con vistosos atuendos, tanto los que lo hicieron formando grupos como a nivel individual fueron acreedores a los aplausos de los asistentes que premiaron su ingenio con interesantes premios.
La velada transcurrió con gran animación, durante la misma se celebró un sorteo de obsequios que fueron muy del agrado de los asistentes.
El baile amenizado por el trio Noroeste- muy alegre y animado-finalizó a altas horas de la madrugada.