Hace unos días el exjugador y extécnico de las categorías inferiores deportivistas del Real Club Deportivo de La Coruña José Ramón González Pérez salto a la luz pública con unas declaraciones en las cuestionaba y ponía en tela de juicio la organización y metodología de la cantera de Abegondo. Incluso señalaba a alguno de los técnicos responsables de prácticas no muy morales e irregulares que a su entender estaban desarrollando. No me corresponde valorar el caso ni considero necesario entrar en detalle, ni nombrar a los señalados pues los nombres son conocidos por todos los que seguimos la actualidad blanquiazul.
Lo que si voy a decir es que hace muy poco tiempo los aficionados deportivistas nos quejamos de la actuación de algunos profesionales del primer equipo por airear a modo de pataleta los trapos sucios que se vivían en el seno de la primera plantilla. Parece que no hemos aprendido y si seguimos en ello, creo que esto tendrá una resaca a modo de la bola de nieve que será difícil de parar. También pienso que el Consejo de Administración debe tomar cartas en asunto cuanto antes para mitigar uno efectos que nada bueno pueden traer. La comunicación interna se va a convertir en algo fundamental para arreglar este problema. Se deben escuchar a todas las partes y actuar en consecuencia, lo que no debe pasar es hacer oídos sordos para que afloren los dimes y diretes que tanto daño hicieron tiempo atrás.
Yo soy de los que opinan que los trapos sucios deben lavarse en casa. Y con esto no quiero decir que existan cesuras ni se coarte la libertad de expresión de cada uno. Lo que si debe tenerse en cuenta son las consecuencias que este tipo de hechos pueden acarrear a un club que debe centrar todas sus fuerzas en hacer un buen equipo y una buena planificación de la temporada. Las formas, tiempos y lugar donde se hacen este tipo de manifestaciones tienen que medirse para no generar una crisis en un equipo que es de todos. Los que queremos al Depor, queremos paz y nuestro único objetivo es salvaguardar los intereses y luchar en pro de la defensa de nuestro Deportivo.
Otro tema que empieza a acarrear división entre los socios del Real Club Deportivo de La Coruña es el pretendido cambio de nombre. Unos quieren la “L” y otros no.
En fin, si seguimos por este camino pocas fuerzas, tiempo y ganas nos quedaran para dedicarnos a lo verdaderamente importante. Lo que está claro es que a la gente de paz no le queda otro remedio que tener paciencia, paciencia y más paciencia. Y no me refiero precisamente a Domingos aquel técnico portugués que entreno durante un breve tiempo al Depor en la temporada 2013 ¡Forza Depor!