Nos muestra Dolores Vega en la Asociación de Artistas una muy cuidada exposición ,compuesta por 23 obras de diversa factura. Navega esta pintora por el proceloso mar del Arte, con decisión, fuerza y empuje. En su trabajo evita romper el silencio de los idílicos paisajes ,donde la paz y la soledad, permiten ser inmortalizados sin prisas; conjuga sabiamente un juego de luces y sombras. Que llegan a crear una única y admirable atmósfera, entre los contrastes de los primeros planos y los fondos montañosos. Así, con pulso seguro, cada obra, es testigo de unos espectaculares cielos, marcados por unas nubes que rompen el puro azul de los mismos. La limpieza de formas, con un dibujo que parte de un fiel y fino pincel; que mediante el uso de una pigmentación cromática clave, sabe diferenciar , los distintos sectores en que quedan divididos estas obras. Dolores forma parte de ese grupo de pintores autodidactas que llevan el Arte en su ADN. y lo reflejan con sencillez casi insultante, bajo la alegoría de la lucha entre el afán y la libertad de crear sin trabas ni estridencias. La pintura de esta creadora se nos muestra movida por los sentimientos; en la universalidad de su trabajo, existe un imaginario diálogo que se adentra en el fantástico mundo de los sueños.
