Llegó el momento en que los jugadores y cuerpo técnico del Depor deben creérselo, nos hemos instalado en los puestos cómodos de la tabla por méritos propios a sabiendas que nadie nos ha regalado nada. Hace unas semanas y coincidiendo con la buena marcha del equipo algunos defendían que el objetivo de la temporada era no descender, cosa que la gran mayoría compartimos. Pero también es cierto que esa buena racha daba pie a pensar que los objetivos de esta campaña realmente podían ser otros. En voz alta se oía a modo de salvaguardar la pureza de los objetivos que no había cambio de planes y que seguíamos el orden establecido en pretemporada. En fin, a los que nos gusta soñar seguimos ilusionados en conseguir algo más de lo que a algunos les han encomendado o se han confiado. Hace unas semanas a alguien se le ocurrió empezar a defender que los objetivos eran los del principio de temporada y desde ese momento desgraciadamente empezaron a rodar los balones de otra manera y efecto. Creamos en nuestras posibilidades y dejemos que la realidad nos ponga en nuestro sitio. Como siempre hay diferentes visiones y en este caso parece que tendremos que animar a los pesimistas. Hagamos memoria y recordemos como en su momento nos hicimos grandes soñando y en consecuencia confiando. Quizás a algunos deberían ponerles imágenes de cómo nació y creció el SuperDepor. Los que lo vivimos soñamos que pueda volver a pasar, y los que no lo vivieron deben creer que lo que se hizo una vez se puede hacer dos. Si no creemos en proyectos mayores ahora que estábamos bien, ¿Cuándo vamos a creer?
Mi opinión es que en los últimos partidos ha existido un cambio de intensidad en lo que se refiere a la presión sobre los jugadores rivales dejando salir al equipo contrario jugando el balón cómodamente. Si bien hay que decir que la presión en balones divididos donde podemos robar y generar una oportunidad continua siendo uno de nuestros puntos fuerte. Víctor se empeña en jugar con algunos jugadores a banda cambiada y parece que esto no da buen resultado. En otro orden de cosas algunos notamos que la segunda línea debería tener más llegada, que la primera misión de un lateral debe ser la de defender y luego la de atacar, y que las rotaciones tiene sentido cuando son necesarias y no por costumbre. Algunos jugadores con calidad y experiencia deberían jugar más. En fin, esto es solo algo de lo que pienso y así lo hago saber.
Hoy volvemos a jugar ante uno de los equipos que un día nos hizo perder la ilusión y que a la vez nos la hizo recuperar. La confianza, ilusión y sed de revancha nos hicieron conseguir nuestro primer título oficial ante un Valencia que nos había dado uno de los palos más grandes que un deportivista jamás puede vivir. Hoxe voltaremos a confiar e crer en nós
¡Foza Depor!