Las coruñesas Olalla y Tamara Blanco triunfan como Organizadoras de Bodas y eventos varios

Todos los padres, salvo raras excepciones, nos sentimos muy orgullosos de los logros de nuestros hijos. Sobre todo, cuando nos consta que sus éxitos los logran merced a su dedicación y empeño personal. Tal es lo que le sucede a mi buen amigo Fernando Blanco, conocido hombre del deporte y coeditor de uno de mis últimos libros, que está más que encantado con el positivo devenir de la empresa “Tamarola”, creada por sus hijas Tamara y Olalla Blanco Barros. De la “Cosecha de los 80”, estas dos agraciadas jóvenes coruñesas, licenciadas en Publicidad, Relaciones Públicas, Comunicación y Protocolo, decidieron un buen día convertirse en “Organizadoras de Bodas” (“Wedding Planners”) y el resultado fue tan positivo que ampliaron su actividad a otros eventos que precisan o hacen recomendable la intervención de profesionales. Según sus propias manifestaciones, y contra lo que los profanos podamos suponer, cada vez hay más bodas. Y, además, de muy diversos estilos, creencias, costumbres, etc. Incluso a veces ejercen como “Oficiantes de ceremonias”, tras cumplir la pareja el requisito legal. Priva también la originalidad, en muy diversos aspectos; y, por eso, días atrás vi un banquete nupcial en el mismísimo “Bosque de Menhires”, al pie de la Torre de Hércules. ¡Felicitaciones muy cordiales a Tamara y Olalla, y que sigan los éxitos!