Este es un día en el que hubiese preferido escribir sobre cualquier cosa menos del tema que todos tenemos en la cabeza. Se podría escribir del doble enfrentamiento ante el Málaga, de si merece la pena tirar la Copa o luchar por pasar eliminatorias, de si el domingo pasado hicimos buen partido o no, de la Asamblea del Deportivo,… de tantas cosas menos de hablar de la muerte de una persona por unos hechos tan lamentables como absurdos.
Es absurdo e inexplicable el que exista una pelea entre personas que ni siquiera se conocen. Es absurdo que esas personas que –presuntamente- no se pueden ni ver, tengan los unos los teléfonos de los otros. Es absurdo que unos se recorran 600 km de noche para pegarse con otros y que los otros se den un madrugón el domingo (si es que han dormido) para zurrarse con esos a los que dicen que odian aunque no sepan muy bien el porqué. ¿No sería más lógico quedar para desayunar, luego ir al partido y a la salida tomarse unas cañas? Que va. Eso sería lo lógico y normal. Y eso no va con esta gente.
Yo cuando voy a Madrid es para ver a la gente que quiero. No entiendo eso de quedar con la gente a la que ni siquiera conozco.
Es absurdo e inexplicable que tras los penosos incidentes el partido se disputase. Y es más penoso e inexplicable que el presidente de la LFP se escandalizase por ver al expresidente Lendoiro en un entierro cuando él consintió que el partido se jugase. La excusa de que no localizó a nadie de la Federación no parece muy consistente. ¿Acaso si se suspendiese el partido sin consentimiento de la Federación iba a haber algún tipo de sanción para alguien?
Son muchas las noticias y opiniones que estamos leyendo estos días. Que si el tal Jimmy era de todo menos una joyita, que si se vendieron las entradas a quien no se debía, que por qué la policía tardó nada menos que tres cuartos de hora en actuar, que si no se habían detectado a las “joyitas” del Frente Atlético a primeras horas de la mañana… muchos interrogantes y un hecho: una persona muerta tras ser apaleada y arrojada al río. Pudo ser una víctima del otro bando, pudieron ser más de ambos bandos,… lo que sea. Pero lo cierto es que, aunque no hubiese habido ninguna víctima mortal, los hechos son injustificables.
Ahora vienen los lamentos y las medidas que siempre llegan tarde. Algunas de ellas ni hacen falta. Poco se puede esperar de una medida que consiste en dar de baja una peña, como acaba de hacer Miguel Ángel Gil con el Frente Atlético. ¿Acaso les va a impedir entrar en el campo? De nada sirve cerrar una grada salvo molestar a los socios que tienen su abono pagado. De nada sirve todo esto mientras no se expulse a esas personas que están perfectamente identificadas. Son personas que –como dijo Alfredo Relaño hace pocos días- no les interesa el fútbol, pero el problema está en que ESTÁN en el fútbol.
Todos recordamos aquel fatal accidente en la temporada 91-92 en el campo del Español cuando una bengala atravesó todo el campo e impactó fatalmente en un niño provocándole la muerte. Aquella vez sí que se tomó una decisión tajante: se prohibieron las bengalas en los estadios españoles. Y desde entonces, rara vez es la ocasión en que se ve alguna. A veces alguna que se cuela, o las de algunos aficionados de equipos extranjeros (turcos y griegos en su mayoría) que las siguen utilizando en sus países, pero nada más. Aquella sí que fue una decisión drástica y acertada.
No quiero volver a ver ese lamentable espectáculo. Quiero volver a ver esas coloridas y espectaculares pancartas que hay en el fondo de Riazor, quiero volver a ver jornadas como la del año pasado con miles de aficionados venidos de Gijón y paseando y disfrutando tranquilamente de la ciudad, quiero volver a ver iniciativas como la que tuvieron los Blues hace poco recogiendo juguetes en Navidad, quiero volver a disfrutar del fútbol. Y para eso hace falta que los dirigentes tomen medidas y dejen de mirar para otro lado o preocuparse más de echar las culpas hacia otro sitio. Si no lo hacen, simplemente habrá que esperar a la próxima desgracia para volver a lamentarnos todos.
Y ya de paso, quiero volver a ver ganar a nuestro RC Deportivo, que buena falta nos hace.