El parón de la Liga suele venir bien a los equipos que llevanuna mala racha pero los síntomas que tiene el Depor revelan un diagnóstico más complicado: cuatro derrotas seguidas y muy malas sensaciones.
No creo que haya que ponerle cara al culpable de este pequeño drama, quizás sea algo más coral, más de todos, sin especificar en quién o quiénes son los responsables. Pero si hay una serie de datos que traspasan al Club y llegan al aficionado: no hay intensidad y falta actitud.
El análisis de los protagonistas tampoco despeja muchas dudas. Los jugadores parecen los más autocríticos con la situación, por lo menos los que han manifestado su opinión. Hablan de partido vergonzoso en Sevilla y del orgullo herido.
Por su parte, Víctor Fernández insiste en que el Sevilla no es de nuestra liga, unas declaraciones que poco o nada ayudan a motivar a la plantilla y mucho menos a la masa social. ¿Será el Valencia – próximo rival- de nuestra Liga o va a haber que esperar a adversarios más propicios?
Otro Fernández, en este caso el presidente,afirma que hay plantilla y entrenador para mantenerse en primera. Reclama ganas y actitud al plantel y añade que con el 25% de la que tiene él, el equipo estaría séptimo u octavo.
Así que a falta de soluciones magistrales, que cada palo aguante su vela. Los jugadores dejándose en el campo toda su energía para no volver a salir avergonzados de un partido. El entrenador a seleccionar los partidos que hay que ganar y los que no son de nuestra Liga. Por último, el presidente deberá tratar de transmitir algo de la actitud que le sobra a jugadores y cuerpo técnico. Algo se habrá ganado con estos pequeños cambios.
Pero ¿y si no acaban ahí los problemas?¿Y si se equivoca el presidente y ni jugadores ni entrenador no son tan de primera como imagina? Por suerte o por desgracia, en el fútbol actual el talento hay que pagarlo cada vez más caro. Armar una plantilla con refuerzos que no han costado ni un euro tiene sus riesgos. Jugadores cedidos, libres de contrato o sin equipo que aterrizaron en el Depor –unos más tarde que otros- con desigual motivación, una cuestión que a fecha de hoy no ha podido resolver el cuerpo técnico.
Queda mucha competición para buscar soluciones y entrar en una dinámica más positiva. Ojalá esta reflexión en voz alta que hace Tino Fernández, el entrenador y los jugadores se transforme en energía positiva para el equipo. Sin ir más lejos, en el próximo partido en Riazor contra el Valencia.
Artículo by pgarcia_ramos@hotmail.com en DXT Campeón el jueves 9 de octubre 2014