Artículo by Fede G. Poncet en DXT Campeón el pasado domingo 18 de agosto de 2013.

La pasada semana anunciaba en esta misma columna dominical que un grupo influyente y cada vez más nutrido de accionistas pretendía convencer al conocido empresario coruñés Juan Carlos Rodríguez Cebrián para que barajase la posibilidad de liderar una alternativa seria ante una previsible salida de Augusto Cesar Lendoiro del consejo de administración del R.C. Deportivo.

Este proyecto del que nadie duda que aun esté verde, pues aun no existe el visto bueno del ex director general de la compañía textil Inditex, va tomando forma, pues algunos pretenden capitanear de forma laboriosa y ordenada un proyecto que ya tiene el nombre de “clean start”.

A favor de esta posible candidatura juega varios factores como el fuerte apoyo de los muchos e influyentes amigos que tiene Cebrián en el mundo social de nuestra ciudad, y las buenas relaciones que mantiene con el estamento empresarial y financiero gallego, así como su conocida relación personal con el actual presidente deportivista.

Antes de comentar la incertidumbre que viven en la actualidad los accionistas deportivista tras la irrupción en esta batalla del abogado deportivista Germán, es bueno recordar que el primer grupo de accionista deportivistas que exigían cambios tenía como cabeza visible al ex jugador deportivista Paco Zas. Este grupo que parece ver los toros desde la barrera no está desactivado y espera hacerse fuerte haciendo bueno el dicho “el que madruga Dios le ayuda”.

En fin, metidos de lleno el crecido murmullo que sitúa al popular abogado coruñés Germán Rodríguez Conchado al frente de encabezar una futurible candidatura que le permita presidir el centenario Real Club Deportivo de La Coruña. Decir que algunos medios de comunicación nos muestran como Conchado no desmiente los rumores y se hace fuerte al anunciar públicamente que a su entender el Dépor necesita un relevo, que concreta al anunciar que sería necesario un presidente de transición que ocupase el cargo durante dos o tres años.

En fin, personalmente puedo extrapolar de sus palabras que se reserva el derecho a hacerlo cuándo y dónde lo tenga que decir, y a la vez leo entre líneas que aprovechara estos días para palpar los posibles apoyos que tendría en caso de decidir dar un paso al frente.

En favor a esta posible candidatura juega la baza de que el abogado deportivista conoce perfectamente la situación del Real Club Deportivo y todos sus entresijos y en contra juegan las muchas enemistades que ha ido creando el valiente y bravo abogado a lo largo de su vida. Tampoco gusta mucho e incluso toma tintes de un 28 de diciembre que el máximo mandamás de la asesoría jurídica del equipo blanquiazul muerda la mano que le dio de comer. A mi modo de ver, creo que Germán se está tirando un farol y que Augusto lo sabe, el actual presidente deportivista no busca fidelidad sino honorabilidad.

En fin, yo soy de los que piensa que Augusto Cesar Lendoiro tiene muchos apoyos y que salvo que los resultados de liga sean malos, malos no oiremos en Riazor la cantinela “dimisión, dimisión, dimisión” al ritmo que muchos, dicho sea de paso, también desean. ¡Forza Depor! 

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