Hoy quisiera comenzar mi columna agradeciendo a este diario y especialmente a su director Andrés Ríos Mejuto el que me haya dado la oportunidad de formar parte de este proyecto DXT. Hace unos cuantos años cuando Andrés tomó la batuta como director de esta gran familia me propuso el que colaborase con una columna semanal en este medio. Y lo cierto, es que poco tuve que pensar, pues la amistad que me unía con él y con otros muchos miembros de esta casa no me permitía darles un no por respuesta.  Sabia, como así es hasta la fecha, que me iba a sentir fenomenal. A fecha de hoy, orgulloso y valorado me siento a gusto con esta columna dominical que me ofrece la oportunidad de mostrar mi visión personal en defensa del Real Club Deportivo de La Coruña y de las muchas otras entidades deportivas que forman parte fundamental de la evolución e idiosincrasia de nuestra querida ciudad.

Si vemos la edición del suplemento especial 20 años publicado ayer por DXT Campeón podremos comprobar la presencia, visibilidad y compromiso que ha mostrado esta medio para con todos y cada uno de los estamentos deportivos, sociales, culturales y administrativos de esta ciudad. Como supongo que después de este peloteo ya tengo renovada la mutua colaboración para largo tiempo, cambio el palo y paso a otra cosa. Gracias a la familia DXT por acogerme con tanto cariño y respeto.

Y ya en el otro palo, parece que los deportivistas vamos camino de acabar un año tranquilo y libre de tensiones extremas. Y si hablamos de durezas vividas en los últimos años decir que aun tengo secuelas de lo mucho que sufrimos en nuestro interior los que tenemos sangre blanquiazul en la temporada pasada hasta que el Depor in extremis consiguió salvar la categoría en el mismísimo Nou Camp. Sin lugar a dudas, por lo menos en mis entrañas, esta campaña se llevó la palma, pues recuerdo con pavor como jornada a jornada dábamos una de cal y otra de arena. También tengo que apuntar lo mucho que me agradó la finalización de una liga que me dejo agotado y sin ganas de fútbol hasta que el nuevo proyecto y filosofía implantado por Víctor Sánchez del Amo nos hace volver a soñar.

Y si algunos dicen y piensan que estamos creciditos, vamos a darles la razón, tenemos confianza en nuestro equipo y colores y después de tanto sufrir queremos soñar. Por eso vamos a mostrar la gran ilusión y confianza que tiene esta inmensa parroquia blanquiazul que va permitirse la osadía de pedir a Papa Noel y Reyes Magos la fuerza suficiente para luchar por objetivos mayores que nos lleven a hacernos sentir orgullosos y felices como tiempo atrás. ¡Forza Depor!

Artículo by Federico García Poncet en DXT Campeón el domingo 20 de diciembre de 2015.

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