Queremos pagar

La afición quiere que el Dépor pague lo que debe y que sus dirigentes busquen un plan de viabilidad económico para salir de un enrollo en el que ellos mismos nos han metido. Pero la afición no quiere comulga con ruedas de molino al comprobar que otros clubes con mucha mayor deuda tienen unos privilegios muy superiores. Pienso que debemos revelarnos ante estas desigualdades y no tolerar que nuestro propio Estado permita estas desigualdades.

Artículo by Fede G. Poncet el domingo 11 de noviembre de 2012.

Hasta hace poco tiempo, un ojo del deportivismo estaba puesto en la situación económica, pero desde hace unos días la familia blanquiazul tiene puesto en este asunto de los cobros y pagos que trae como consecuencia el embargo de todas las vías de ingresos por la Hacienda publica los dos ojos. Aparte de examinar exhaustivamente la información publicada en los diferentes medios y de escuchar con los dos oídos las explicaciones provenientes del Real Club Deportivo en la voz de su máximo mandatario Augusto Cesar Lendoiro, todos tratamos de hacernos composición de la situación que estamos viviendo y cotejando con una y otra información. No estaría de más que una voz oficial desde el Ministerio de Hacienda informase, de la verdadera situación y de las posibles consecuencias que pueden tener las medidas tomadas, y de las soluciones que ofrecen a la sufrida afición coruñesa que es la legítima propietaria del Club.

La afición quiere que el Dépor pague lo que debe y que sus dirigentes busquen un plan de viabilidad económico para salir de un enrollo en el que ellos mismos nos han metido. Pero la afición no quiere comulga con ruedas de molino al comprobar que otros clubes con mucha mayor deuda tienen unos privilegios muy superiores. Pienso que debemos revelarnos ante estas desigualdades y no tolerar que nuestro propio Estado permita estas desigualdades.

Suponiendo las reacciones que puede tener un alma herida, puedo intuir y me inclino por vaticinar que pronto la parroquia de Riazor se hará notar y convocará movilizaciones de apoyo al Real Club Deportivo a modo de crear presión y hacer un frente común en defensa de los intereses del Dépor, para así presionar a los estamentos y empresas que tratan, auque sea legalmente, de arrancarnos un trocito de nuestro corazón.

Es triste que la mente del deportivismo esté puesta en estos menesteres y no en la difícil misión de luchar jornada a jornada por los puntos en juego. Desviar la atención no es nada bueno y juega en contra de conseguir los objetivos marcados a principio de temporada. Esperemos que gracias a estas distracciones no tengamos que arrepentirnos al final de liga. Estoy seguro que los accionistas y socios no perdonarían a los responsables de uno y otro lado que el Dépor descendiese o desapareciese.

Hace mucho tiempo que sabemos que debemos y tenemos que pagar nuestras deudas. Nadie dice que no queramos pagar nuestras deudas, pero por supervivencia nos vemos obligados a pedir a nuestra propia y mal gestionada administración, que ha permitido hasta la fecha este mal endémico en el mundo del fútbol, que proteja los intereses de los aficionados. Me hace mucha gracia escuchar como los políticos de las diferentes administraciones se lavan las manos a la espera que las cosas se arreglen solas, mientras los grandes clubes españoles deben mucho más dinero a las arcas del estado, seguridad social, hacienda o a quien sea. Esta situación marca claramente la catadura moral de unos políticos que meten mano a todo menos a sus privilegios. Esperando que pronto tengamos una solución, desde lo más adentro de mi alma, Forza Dépor.

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