Agradezco a mi excelente amiga Conchita Corral Villaverde el envío del precioso video de felicitación navideña realizado por el Área de Pediatría del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) y Atención Primaria Lugo. Se trata de una muy estimulante grabación, de 5 minutos y medio de duración, de gran calidad y muy bien realizada, en la que parecen profesionales del baile y de la interpretación. Y, además, una envolvente y magnífica “Voz en off” nos transmite este bonito mensaje:

“Desde el Área de Pediatría del HULA y atención Primaria Lugo les enviamos un mensaje de Paz, de Ánimo, de Esperanza, en estas Navidades tan extrañas que nos han tocado vivir. Los Sanitarios sabemos lo que es luchar y seguir adelante, aunque las cosas vengan torcidas. Nos lo enseñan nuestros pacientes cada día.

“Hoy, más que nunca, el personal de Pediatría nos unimos y queremos enseñaros toda nuestra Alegría, y entre todos saldremos de esta. Y nos vais a permitir que se lo dediquemos en particular a todos los compañeros que actúan en primera línea, y a todos aquellos que han quedado por el camino. Y, de un modo muy especial a los niños, “El Alma de la Navidad”.

“Así que invita a la persona que tengas más cerca y bailad en la distancia. Adelante, pasad sin llamar….”.

El animoso y bailonguero vídeo remata con este mensaje: “Recuerda: esta Navidad celébrala con mascarilla, hidrogel, y…. Sentidiño. Feliz Navidad”. ¡Chapó!.

Sigo con temas sanitarios, y les cuento que días atrás estuve en el Centro Oncológico Regional de Galicia, sito en La Coruña, y le entregué al Dr. Fernando Iglesias, destacado cirujano plástico de dicha entidad, mi libro “Coronavirus. La pandemia que aterrorizó al mundo” (primera fotografía). Por cierto, el Dr. Iglesias es hijo de mi recordado amigo del mismo nombre, cariñosamente conocido como “Menanas”, que fue gran funcionario del Ayuntamiento de La Coruña.

En relación con la bella leyenda guaraní sobre el origen del “mate”, mi excelente amiga Victoria Gutiérrez Carbonell (primera de la izquierda, en la segunda fotografía), Vicepresidenta del Club de Leones Oleiros (La Coruña) y protagonista de uno de mis más jocosos relatos, titulado “El último viaje de la Tía Clara”, escribió:

“Te felicito por el artículo sobre el mate. Como bien sabes, cuando tenía 25 años estuve dos meses en Argentina, con mi madre, y estoy completamente de acuerdo en eso de que ‘compartir un mate es una señal de amistad y confraternidad’ como bien afirma la Dra. Graciela Grosso en tu mencionado artículo.

“Tu artículo me hizo recordar que en el hotel en que nos alojábamos mi madre y yo, en Buenos Aires, había un señor de muy buen porte que todas las tardes, a las 8 en punto, tomaba mate. Un día me invitó a tomar de su mate, cosa que rehusé cortésmente ya que no me apetecía lo más mínimo beber por la misma boquilla (bombilla). Me parecía muy poco higiénico, y me recordaba lo de “fumar la pipa de la paz” de los indios.

“Y también recuerdo que cuando fuimos al impresionante y enorme Cementerio de la Chacarita, para recoger las cenizas de mi difunta tía, con el fin de enterrarlas en el Cementerio de San Amaro, en La Coruña, el sindicalista peronista que nos acompañaba me recomendó que le diese al sepulturero una propina “para comprar hierba”. Al ver mi cara de sorpresa, me aclaró que “la hierba” no era una droga, sino la popular “hierba mate” que a los argentinos tanto les gusta tomar….”.

Cada día son más las salas de cine que echan el cierre, lo que ha motivado este comentario de Ignacio Benedeti, laureado cineasta coruñés y gran amigo: “Ante la debacle de las salas de cine, como punto de encuentro obligado para los estrenos cinematográficos, siempre me topo con algunos que me comentan que a ellos les da igual pues tienen en casa un proyector de vídeo con pantalla de 3 o 4 metros.

“Me callo, por cortesía. Pero no hay experiencia que supla la sensación de estar inmerso tras una pantalla de 15 metros, o más, especialmente si es curva, naturalmente con cortinas, olor a moqueta, en comunión con otros espectadores expectantes ante el estreno que se avecina,  y la proyección es no ya en 35 mm, sino en 70 mm.  ¡Eso sí es magia!”.

Hace unos días les hablé de un libro-homenaje a Carlos Barcón, y el nonagenario poeta Antonio Abeijón Fábregas apostilló lo siguiente: “Querido amigo Roberto: Te acabo de leer y los recuerdos brotan instantáneos. Teniendo en cuenta que yo salí de Ferrol con catorce años y regresé a As Pontes con veinticuatro -ya mi relación posterior fue más escasa- pero me acuerdo de Don Camilo que en el Colegio Raparíz nos ponía a leer el Quijote por turnos, de don José Pérez Parallé, de Carlos Barcón al que me unía buena amistad, de Paco Iglesias y otros que se van difuminando en mis recuerdos. Pero qué bonito, y que sedante, es volver atrás en el tiempo, cuando el futuro es nebuloso. Encomiable tu labor, al devolvernos el pasado”.

Haciéndose eco de mi publicación sobre la gran exposición navideña de los socios de la “ARGA”, en su sede de La Coruña. desde Valencia he recibido este mensaje de la fallera y casalera Pilar Gómez: “Enhorabuena a toda la asociación de pintores gallegos “ARGA”. Espero poder visitar la exposición el próximo año. Feliz Navidad. Y que no nos falte la salud. Un cariñoso abrazo. Besos”.

Finalizo por hoy. Prometo seguir publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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