En un “Parte de Guerra” publicado hace un par de semanas, les daba cuenta de las ayudas que prestaron los integrantes del Grupo de Artillería R.A.C.A 28 (parte de ellos, en la primera fotografía) y el Club de Leones La Coruña-Marineda a una serie de personas que, con la grave crisis económica provocada por el maldito Coronavirus, han visto empeoradas sus ya de por si precarias condiciones de subsistencia.

Esos problemas siguen, e incluso van en aumento a medida que pasa el tiempo del actual “Estado de Alarma”. Y ahora, el responsable del Grupo, Carlos Bigotes, me hizo llegar el siguiente comunicado: “¡Buena noticia!. ¿Recordáis que nos habían hecho una llamada, por parte de una viuda de un artillero?. El asunto es que estaba la pobre con el alma en vilo porque tenía los recibos sin pagar de la funeraria atrasados y le iban a anular todo lo que lleva pagado en su vida y cancelado la póliza.

“Pues bien, yo sugerí crear un fondo de emergencia para atender necesidades puntuales. antes de que cantara un gallo salió el bueno del cabo honorario y reservista señor José Ramón Mella y solucionó de un plumazo el tema. Desde su encomiable Presidencia, que ostenta con gran acierto y dignidad, a través del Club de Leones La Coruña-Marineda le ha hecho llegar la cantidad deudora de 134 euros para pagar lo que debía esta señora viuda de un artillero. Y asunto solucionado.

“Pero hete aquí que ya tenemos otro caso de urgente gravedad para otra persona que necesita una ayuda con la que atender unas necesidades de sus nietos. Ella me dice que con 200 euros puede arreglarse, porque la Cruz Roja está saturada de personas que, como ella, allí acuden Y no hay para tantos peticionarios.

“¿Se podrá entre todos nosotros ayudar?. Sugiero que juntemos entre 20 personas los 200 euros, sale a 10 euros por persona. Sé que pueden ayudar de secretarias-tesoreras varias damas coruñesas, para que se les entregue a ellas ese «capital» y se lo hagan llegar. Pueden ser María Victoria Capelete, Mariloly Lolailo, etc.

¿Ayudamos?. Pensad que la crisis del Coronavirus va a ser más dura todavía”. Lamentablemente eso es cierto, por eso vuestra labor y la de otras muchas personas y entidades altruistas es cada vez más necesaria e imprescindible.

También quiero dejar constancia de que los integrantes de ese muy activo Grupo de Artillería “RACA 28” han tenido un emocionado recuerdo para el que fue su Teniente, el Arquitecto Carlos López-Perea Lloveres, residente en Madrid, un gran coruñés que fue compañero mío en el Instituto Masculino de La Coruña y cuñado del también coruñés Manuel Otero Lastres, dirigente del Real Madrid, a cuya viuda enviaron su más sentido pésame. DEP

Quienes no están por la labor altruista, ni mucho menos, son los recaudadores de la “ORA” (segunda fotografía) en las Playas de Santa Cristina, Bastiagueiro, Santa Cruz y Mera, que ya tienen funcionando los postes de cobro derivados de la concesión del Ayuntamiento de Oleiros (La Coruña), a cuyo frente está el ínclito Geluco García, quien mira para otro lado cada vez que se le recuerda que en todos los lugares en que existe la “ORA” hay unas plazas, pintadas en color verde, para el uso de los residentes, previo el abono correspondiente.

Pero en los mencionados arenales oleirenses solamente existen plazas de aparcamiento pintadas de color azul, que puede usar todo el mundo (previo el oportuno pago, claro está), con lo que los más pudientes pueden dejar allí su coche todo el día mientras se bañan, comen, pasean, se emborrachan o hacen el amor…. ¡País!.

Carlos Moreno Sánchez, presidente de “CINOSA” y uno de los “fijos” en las celebraciones de mis dos cumpleaños, me remitió este guasapo: “Hola Roberto. Eres la persona más trabajadora, bondadosa y joven qué conozco. Sigue así, no cambies, para deleite de los amigos”. Agradecido por tus elogios, amigo Carlos.

Juan-Manuel Sánchez-Quinzá Torroja, Catedrático de Economía de la Universidad de La Coruña y de la Universidad Senior, me envió este correo: “Querido amigo te envío un link con los artículos que me publicó “65ymas” una revista online para senior cuyo presidente del consejo de administración es Fernando Onega y que cuenta entre los consejeros a Pilar Urbano, Ramón Sánchez Ocaña o Rosa María Calaf por si consideras oportuno incluirlo en tu libro sobre las crónicas del coronavirus. Un abrazo y quedo a tu disposición”. Muchas gracias y enhorabuena, Juan-Manuel.

Juan Vega, empresario y ex integrante del Club de Leones La Coruña-Marineda, me remitió el siguiente guasapo: “Veo que, en tu 9º Parte de Guerra, en la segunda foto estás con mi amigo Eligio Hermida.  Cuando lo presentes, me avisas para estar. Para los que te seguimos, el libro será un buen recuerdo, y para el resto también”. Espero que así sea, amigo Juan.

Desde Madrid, donde reside, el Académico gallego Dr. Manuel Mourelle de Lema, me remite este escueto y poco alentador correo electrónico: “Deja ya «Partes» y, con ayuda de Don Ismael, empieza con los Responsos”. ¡Vade retro….!.

Turno ahora para personas incluidas en el “Grupo de Riesgo”, del maldito Coronavirus. Y hoy se asoma a esta ventana informativa Cristina Torre Cervigón (tercera fotografía), coruñesa de pura cepa residente en Madrid, que cumplió años el pasado mes de marzo, en pleno confinamiento. Me dijo que no los celebra y que, aunque tiene algunas “goteras” propias de la edad, se encuentra bastante bien.

Cristina es geóloga, presidenta de la Fundación Torre-Pujales y fundadora del Museo de Arte Contemporáneo de Corme (La Coruña), inaugurado el 7 de abril del 2012. Viuda del pintor Julio Pujales Rivas, fallecido en 1998, vive completamente sola.

Cristina es hija de Cipriano Torre Enciso, famoso periodista coruñés y miembro de la Real Academia Galega, y sobrina de Eugenio, magnífico catedrático que me dio clases de Ciencias Naturales en el Instituto Masculino de La Coruña.

Me comentó que soportó muy bien la Cuarentena, que pasó totalmente enclaustrada, hasta el punto de limitarse a saludar por el patio a su hermana, que vive en la otra escalera del edificio. Ahora ya se ven personalmente, durante las horas en que les permiten salir a pasear, por la mañana y por la tarde.

No tiene perro ni gato pues, aunque le gustan, no quiere que le condicionen sus salidas y viajes. Ve muy poca televisión, salvo alguna película. Le gusta escuchar la radio, porque le permite hacer otras cosas al mismo tiempo, y como las compras las hacía por teléfono, y se lo traían a casa, no tuvo que salir nunca a la calle.

Durante el largo encierro leyó mucho, escuchó música, limpió la casa más de lo habitual y ordenó papeles. Me dijo que está deseando leer mi nuevo libro sobre el Coronavirus, y que tan pronto pueda se irá a su piso de La Coruña, que está junto a la Fuente de Las Catalinas, frente a la Playa de Riazor. ¡Ya falta menos, querida amiga!.

Y finalizo por hoy. Prometo seguir dándoles más “Partes de Guerra”. Mientras el cuerpo aguante…. ¡¡¡Saludos y salud!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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