Les puedo asegurar que no era mi intención el formar un pareado con el título del artículo que hoy les propongo. Tan sólo quería hacer un juego de palabras entre el lema de campaña del ya ex candidato Paco Zas y la percepción que nos ha quedado a muchos de nosotros acerca de sus sentimientos hacia el RC Deportivo.

Paco Zas fue el primero en arrojarse a la arena electoral. Fue el primero en dar ese paso que nos hizo ver al resto de aficionados que el deportivismo estaba muy vivo y que había inquietudes. Supongo que muchos de sus allegados le intentarían persuadir de sus intenciones haciéndole ver el marrón que era lo de meterse en ese embrollo que es ahora la situación del RC Deportivo. Aun así, él decidió dar el paso y se presentó ante la opinión pública.

No llegó mostrándose como un mesías ni como el hombre que iba a hacer el milagro de sacar al Deportivo de su situación económica. Al revés, nos advirtió que vendrían años muy difíciles, pero que con trabajo, unión y compromiso se podría salir adelante. Tampoco habló de dinero ni de fichajes rimbombantes ni demás parafernalia electoral. Sólo habló de trabajo.

En ningún momento alardeó de su etapa como futbolista del Deportivo para intentar diferenciarse del resto de candidatos. No hizo como el candidato Gómez Pintado cuando se presentó a las elecciones del Real Madrid en 1995, presentándose como “el único candidato que ha sido futbolista del Madrid” y que aún recuerdo como muchos amigos míos, reconocidos merengues, buscaron y rebuscaron para encontrar en qué momento de la historia jugó Pintado en el Madrid.

Tuve la ocasión de escuchar sus propuestas e inquietudes en la charla que dio hace ya algunas semanas en la RSD Hípica y en ningún momento eludió ningún tema. Confirmó que fue lendoirista y que dejó de serlo, explicando sus motivos. Comentó qué cosas le gustaban, cuales le dejaron de gustar y cuales nunca le gustaron. Habló de las cuentas económicas, de la cantera, de la situación actual, de los posibles escenarios en el futuro, de su decisión de apartarse del consejo de administración en caso de salir elegidos miembros de varias candidaturas, de su apoyo incondicional al consejo que saliese elegido. En fin, que no se escondió en ningún momento.

Las mismas razones que le movieron a postularse como candidato son las que ahora le han llevado a echarse a un lado.  Si él quiere nos las explicará, y si no, pues tampoco pasa nada. A partir de ahora es muy probable que dejemos de oir hablar de él en la prensa. Se hablará de Lendoiro, de Tino Fernández, de Cascallar, de Conchado, del convenio, de la Agencia Tributaria y –esperemos- también del buen hacer del Deportivo en la liga. Tampoco sabremos nunca si sus palabras se verán refrendadas con hechos, pero eso mismo nos va a pasar con los candidatos que no salgan elegidos. Lo único que podemos hacer ahora es agradecerle su valentía para lanzarse el primero a la piscina y mover al deportivismo, su caballerosidad y elegancia al hablar del presidente Lendoiro y del resto de candidatos sin caer nunca en la descalificación gratuita.. Y, como no, por pedir la máxima unión del deportivismo. Eso es lo que verdaderamente nos hará salir adelante.En eso estamos todos de acuerdo. FORZA DEPOR.

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