Unos días antes de su cumpleaños, mi buena amiga Ana-Isabel Leonett (en la primera fotografía), pintora y escritora residente en Mera (La Coruña), me remitió este guasapo: “Ahora, en enero, cumpliré 80 años. Hice una pequeña descripción, que te mandaré, y gracias por haberte conocido. Feliz Año 2021”. Y esta es la “descripción”, tal como ella la ha llamado, que me envió posteriormente:

“Cuando cumples 80 años, como es mi caso, no es fácil soñar, pues la realidad la tienes en las narices. Por ese motivo quiero narrar mi estado de salud, comparándola con una pequeña locomotora. Empezaré por las ruedas, los focos, y luego los vagones.

Ruedas (piernas). Están operadas del menisco, varices y con un quiste de Baker. Podemos decir que están bastante deterioradas, y para hacer una carrera de 50 metros lisos no sirven.

“Los focos (ojos). Esta red hace tiempo que presenta fallos que no son fáciles de arreglar, y la avería va a peor. Uno de los faros no alumbra con nitidez. Su falta de brillo y la transmisión de imágenes están caducados, y los repuestos están fuera de mercado. Al otro le están suministrando un líquido para salvarlo de la oscuridad.

Primer vagón, llamado Eje Central (corazón, hígado y pulmones). Estos no presentan gran deterioro, a pesar de los vaivenes de la vida.

Segundo vagón: Generador (columna vertebral y nervios). Todo el armazón óseo está desgastado por el paso del tiempo. Aquí suceden una serie de tropiezos, como la osteoporosis, escoliosis y cifosis, que influyen en que esta red no funcione a pleno rendimiento, y casi a diario haya cortes de energía que paralizan el engranaje y obliga a hacer pequeños arreglos para que siga funcionando. Muchas veces son tantas las vueltas que da (mareos) que parece una veleta movida por el viento.

Tercer vagón: motor (cabeza). Esta, aunque funcione a medio gas, no presenta grandes goteras a destacar.

Cuarto vagón: Carburador (sistema urinario). De momento funcionan a pleno rendimiento. Programa bien, y no presenta anomalías que se puedan destacar.

Con esta redacción simulada seguiré trabajando para lograr que esta pequeña locomotora cumpla el cometido para el cual fue diseñada, y se convierta en un tren de alta frecuencia y no resignarse a llevarla a un taller de desguace”.

Y de un cumpleaños a otro. En este caso al de mi excelente amigo y compañero en la Orden del Camino de Santiago, Paco Canabal, hostelero y Cónsul de Cabo Verde, que celebró su 75 cumpleaños rodeado de su familia, a quien vemos en la segunda fotografía en compañía de “sus mujeres”. Reitero mi felicitación, querido Paco, y deseo poder hacerlo muchos años más. ¡Así sea!.

Y también paso de una escritora novel, a uno consagrado, como es Suso de Toro, que sobre el “Confinamiento y las vidas compartidas” ha publicado en “Facebook”: “Os confinamentos, as reclusións pola pandemia desvelan a osamenta da vida social e das nosas vidas diarias.

“A ideoloxía que transmiten os medios de comunicación, as tradicións e imaxes establecidas falan das “familias” como os núcleos que articulan a vida social. Xa non as familias doutros tempos con avós e avóas, pais, nais, tíos e tías, curmáns, irmás…E todo iso idealizado, pois moitas veces nesas familias das que se fala faltaba o pai, había tíos ou tías desaparecidos, había fillos por fóra da porta e non se preguntaba que vida tiñan eses fillos “da silveira”.

“Nas últimas décadas xa se pasou a falar da familia nuclear, el papá, la mamá y los hijitos. E iso tamén está ben, a min coincidume así. Non sendo que sexa unha cousa obrigada, que pretendan que todos e todas caibamos dentro desa estampa que nos presentan acaramelada e «guai», todo moi lindo e confortábel como estampa do Corte Inglés ou prédica do Opus Dei, que todo viña ser o mesmo.

“Mais non é así, esa figura de familia onde vai que rebentou e hai divorcios e segundos matrimonios, e arrexuntamentos…E na vida real, hai viúvos e viúvas. E hai parellas de homes e parellas de mulleres. E hai parellas de amigos e parellas de amigas…E hai vidas individuais sen compartir. E hai tantas relacións diversas e tan lexítimas e tan reais ou máis que as das postais tradicionais.

“A pandemia e os encerramentos fainos ver que á maioría nos convén ter compañía na vida, ou compañías, amizades. E que hai moitas relacións humanas necesarias que non caben na estrutura do “Libro de Familia” nin nas figuras xurídicas existentes. E que fermoso é que unha persoa non estea soa se non quere estalo e poda ter a compañía dun amigo, dunha amiga, de moitos…Ou dun gato ou dun can, que ven sendo tamén compañía e partillan as nosas vidas.

“E todo iso debe ser respectado e garantido”.

En relación con mi reciente artículo sobre El placer de recibir cartas manuscritas”, la gran pintora, cantante y profesora Carmen Torreiro me remitió este mensaje: “Muchas gracias, Roberto, por esta mención y por recordarme la exposición que hice en «La Fábrica» con esa foto que publicaste. Esta exposición es muy querida por mí porque con ella reivindico la justicia contra los desahucios. Un fuerte abrazo”.

Finalizo por hoy, pero les prometo que seguiré publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”, que estoy deseando que se acabe de una puñetera vez. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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