El laureado cineasta coruñés Ignacio Benedeti no descansa en su exitosa labor creativa. Tras realizar el magnífico documental “Spitsbergen, el guardián del Ártico”, que grabó en tan lejanos como helados parajes y que ha sido propuesto en nada menos que siete categorías de los “Premios Mestre Mateo 2021”, está trabajando actualmente en la película “Una mujer de leyenda todavía viva: Simone Segouin”, sobre la que ha escrito lo siguiente:

“Conocida principalmente por su nombre en clave, Nicole Minet (en la primera fotografía que ilustra este artículo), tenía 18 años cuando los alemanes invadieron Francia. Su primer acto de rebelión fue robar una bicicleta a una administración militar alemana y cortar los neumáticos de todas las demás bicicletas y motocicletas para que no pudieran perseguirla. Se unió a un grupo de la Resistencia, usando la bicicleta robada para entregar secretos.

“Aprendió extremadamente rápido y se convirtió en una experta en tácticas y explosivos. Lideró equipos de la Resistencia para capturar tropas alemanas, colocar trampas y sabotear equipos alemanes. A medida que avanzaba la guerra, sus acciones se intensificaron hasta descarrilar trenes alemanes, bloquear carreteras, volar puentes y ayudar a crear un camino libre de alemanes para ayudar a las fuerzas aliadas a retomar Francia desde el interior. Nunca fue atrapada.

“Segouin estuvo presente en la liberación de Chartres el 23 de agosto de 1944 y luego en la liberación de París dos días después. Fue ascendida a teniente y recibió varias medallas, incluida la Croix de Guerre. Después de la guerra, estudió medicina y se convirtió en enfermera pediátrica. Todavía goza de buena salud, a sus 96 años.

“Estoy trabajando en este proyecto, con el guion bastante avanzado, que aborda el patriotismo y el papel, valioso, de las mujeres en la retaguardia.  De fructificar, se rodaría con emulsiones cinematográficas fieles a las texturas de la época”.

Turno ahora para otro nonagenario: mi buen amigo Antonio Abeijòn, que me remitió este mensaje: “Leí lo que me has dedicado hoy. ¿Qué te voy a decir …? Que me gusta, aunque mis merecimientos no se correspondan con los elogios. Hoy, -casi podemos decir que siempre-  en que predomina el yo, yo. y la zancadilla, no es frecuente el encontrar personas que, como tú, ceden al amigo un lugar en la gloria.

“De todas formas, tengo que decir en términos generales que, en La Coruña a mí, y a mi mujer, se nos ha tratado con cariño y consideración. Lo cual nos satisfizo. A ella mientras vivió y a mí en esta última etapa. Te diré simplemente ¡Gracias!”

Cambio de tema. El 25 de julio de 1939 la revista “Vida Gallega”, dirigida por Antonio Docampo de la Fuente y editada por el entonces muy pujante Centro Gallego de La Habana, publicó el “Boletín Mensual da Cultura Galega” con una poesía titulada “O derradeiro galán”, escrita en el otoño de 1925 por Amador Villar-Amor, que era el tío abuelo de Amador Rego Villar-Amor, mi muy activo y eficaz Corresponsal Informativo en Ourense, quien me remitió este guasapo:

“Era mi tío-abuelo y padrino. Murió en abril de 1944, cuando yo tenía 14 meses. Junto con su hermano, tuvieron una Academia, desde 1885 a 1932. Era republicano, y cuando llega ésta, en 1931, les dijo a sus alumnos que lo iban a felicitar que no quiere saber nada con ella, que detrás de ella solo viene sangre y lágrimas. Era una persona muy culta, dominaba varios idiomas.

“Esta poesía es para leer en castellano y seguirla en gallego, ya que en este idioma tiene más sentimiento. El perro, para mí, es el ser más fiel de la creación. Decía Pepito Stalin que el agradecimiento era una enfermedad que solían tener los perros. Ya me contarás”.

El video de la celebración de mi “VII Aniversario Vital”, que incluye parte del exitoso mini-concierto de viola y violín que nos regaló Anderson Quintiliano, ha merecido numerosos elogios por parte de muchas de las personas que lo han visto a través de las redes sociales, como es el caso de la geóloga Cristina Torre Cervigón que, desde Madrid, me remitió este cariñoso guasapo:

“Quiero felicitarte por la gran y magnífica celebración de ti VII Aniversario Vital. El sitio no ha podido ser elegido mejor ¡preciosa su ubicación y sus vistas! Tus palabras entrañables, sobre todo por la referencia a los longevos Decano y Vicedecano, así como a todos los ausentes por las circunstancias especiales de este 2020. Espero que sigas celebrándolo durante muchos años más.  Un sincero abrazo”.

Las palmeras que adornan el Paseo Marítimo de la Playa de Santa Cristina representan un serio peligro para los numerosos peatones y ciclistas que lo frecuentan diariamente, según pueden comprobar en la segunda de las fotografías que ilustran este artículo, tomada el domingo por la tarde. Hace un par de años que no se podan, y eso ha dado lugar a un crecimiento “desmadrado” de las mismas.

Los últimos y duros temporales han provocado que sus abundantes, largas y viejas ramas se hayan inclinado verticalmente de forma muy peligrosa, llegando algunas casi a alcanzar el suelo. Es frecuente su desprendimiento, de lo que pueden dar fe los servicios de limpieza que han retirado buen número de ellas de la calzada y playa….

Finalizo por hoy, pero les prometo que seguiré publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”, que estoy deseando que se acabe de una puñetera vez. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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