Germán-Pereiro)

He perdido, para siempre, un gran amigo: Germán Pereiro Vázquez, propietario del Hotel Santa Cristina, con quien, desde hace varios años, un día a la semana (casi siempre el viernes) comía en el acogedor comedor del Hotel, unos deliciosos espaguetis boloñeses que él mismo cocinaba (en la foto, una de las últimas comidas). Eran la excusa para charlar distendidamente un buen rato. La historia personal y laboral de Germán, nacido en Cerceda (La Coruña) en 1948, es un ejemplo de superación individual y profesional. Tras asistir a la Escuela Nacional de Rodís, con doña María Díaz, a los 15 años marchó a trabajar a las minas de Torre del Bierzo (León). Dos años más tarde, cuando reunió dinero para el viaje, emigró a Basilea (Suiza). Comenzó lavando platos en el “Hotel Reslig”, y luego pasó a la fábrica “Firestone”, en Pratel. En unas vacaciones, en Cerceda, se casó con su vecina Isolina Golán, con la que volvió a Suiza, donde nacieron sus dos hijos. Cuando regresó a España tuvo el Bar Pereiro, en el Montiño, y luego estuvo seis años de taxista. En 1982, con su socio Avelino, abrió “La Palloza-2”, en la playa coruñesa de Santa Cristina, que vendieron en 1996. El 1 de enero de 1992 inauguró su precioso y acogedor “Hotel Santa Cristina”, que dirige su hija, Ana-María, haciendo bueno su lema: “Si se quiere, se puede”. Fue presidente de la Asociación de Hosteleros y Comerciantes de Santa Cristina y socio del Deportivo, equipo al que siguió España adelante, incluso en Segunda B. Mis más sentidas condolencias a su esposa, Isolina; a su hija, Ana; a su nieto, Diego; a su madre política, María; y a su cuñado, Manuel. ¡Descanse en paz!. (Foto: Lajos Spiegel)

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