La inmediatez me impidió hacerme eco antes de la creación de la “Asociación de Vecinos y Comerciantes Amigos de Los Rosales” (en la foto, su Junta Directiva), cuya puesta en marcha me comunicó su Secretario, Javier Gárate.  De su comunicado, resalto su frase final: “Recordemos que el barrio no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos”. Los Rosales es un barrio de La Coruña donde residen unas 15.000 personas, según el último censo. Es un barrio vibrante, dinámico, familiar y dotado de muchos servicios entre ellos el primer Centro Comercial que incorporó de manera moderna la integración de comercio con hipermercado y cines. Es el 15011, el barrio que desde el aire tiene forma de rosa, que está rodeado de mar, de naturaleza a los pies del Monte de San Pedro y donde el bullicio se concentra en La Plaza Elíptica, uno de los parques con más encanto de la ciudad y punto de encuentro familiar. Es el barrio de las nuevas oportunidades, de los nuevos emprendedores, y de los grandes negocios. En definitiva, un barrio para nacer, crecer y vivir. La “Asociación de Vecinos y Comerciantes Amigos de Los Rosales” nació de la decisión de un grupo de vecinos firmemente convencidos de la necesidad de mejora constante y dinamización del barrio; y que, comprometidos con la cultura, el deporte, la familia y todo lo relacionado con el tema social deseaban tener un punto de encuentro donde impulsar distintas propuestas, promover actividades y fomentar cualquier movimiento enriquecedor para vecinos y comerciantes. Sus actividades están dirigidas a todo tipo de personas, de todas las edades, niveles sociales y procedencia. Quieren ser la auténtica “Voz del Barrio”, a donde pueden llegar quejas, reclamaciones y sugerencias, para entre todos hacer de Los Rosales un gran barrio. Tal cual, se lo cuento.

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El municipio de Coristanco (La Coruña), tiene bien ganada fama de producir unas de las mejores patatas de España “y del mundo mundial”, en reñida pugna con la localidad de A Limia (Ourense). Y el pasado domingo, atendiendo la sugerencia de mi buena amiga la pintora Lolecha Fernández España, coristanqueña de pro, asistí a la celebración de su exitosa “Festa da Pataca”, que ha llegado ya a su 39 edición. Recuerdo que la única vez que estuve en tan singular evento fue el 20 de septiembre del 2015, y que lo que más me llamó la atención fueron los monumentos y creaciones artísticas hechas con patatas, concurso en el que, por cierto, compiten un buen número de carrozas. Las fiestas de este año, celebradas el viernes, sábado y domingo, incluyeron el desfile de tractores engalanados, concursos, exposiciones, Misa cantada, animación con “A troupa do Dr. Milagre”, conciertos, stands de venta de productos locales, juegos infantiles, charangas y pasacalles durante todo el día, pregón de Juan-José Vila, juegos populares, monólogo de Luis Zahera, concurso de habilidades con maquinaria, y degustaciones varias. Tras cumplir con el rito de comer un delicioso “pulpo a feira”, además de unos sabrosos chorizos asados y unas roscas caseras, en compañía de José Quintáns y Berta Cuiñas, en la gran carpa del pulpeiro García, nos desplazamos al precioso paraje natural de Verdes, al borde del Río Anllóns, para gozar del paisaje que rodea el cauce fluvial y ver los tres viejos molinos que allí hay. Es un acogedor lugar, muy frecuentado por turistas y lugareños, y creo que el Ayuntamiento debería reparar el tejado de uno de ellos, ya que se ha hundido casi por completo. Por cierto, entre Coristanco y Verdes tuvimos oportunidad de gozar con la vista de una gran plantación de girasoles, que estaban “saludando” gozosos al astro rey. Tal cual, se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel) Next post Coristanco (La Coruña) celebró exitosamente la 39 edición de su popular “Festa da pataca”

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