Artículo by Fede G. Poncet en DXT Campeón el domingo 11 de agosto de 2013

Es triste decirlo, pero la realidad es que ahora mismo los aficionados blanquiazules y el coruñesísmo en general estamos tocados, enfadados, ultrajados y humillados por los últimos y tristes episodios que hemos vivido en el entorno de nuestro club. Independientemente del grado de  deportivismo que cada uno de nosotros llevemos en la sangre, todos estamos contagiados de una desilusión general que sin lugar a duda no se hará olvidar del día para la noche.

Es cierto que nos quedan tensos momentos que vivir tras comprobar cómo los incapaces implicados en salvaguardar los intereses deportivistas no dan un paso firme al frente para dar tranquilidad a un proyecto que no se ha caído única y exclusivamente gracias a esta grandísima afición blanquiazul. Auparse como los gallos más gallos del gallinero al precio que sea tiene que dejar de ser una prioridad para esta gente.

Desde hace mucho tiempo la afición viene pidiendo soluciones, consenso, acuerdo, viabilidad, pero sobre todo la afición lo que pide es comprensión con unos sentimientos que están en lo más adentro de nuestras almas.

Estos días, algunos opinan que cuando pasan estas cosas la mejor hoja de ruta a seguir es el «clean start», en cristiano: «borrón y cuenta nueva» con todo lo que ello implica para lo bueno y para lo malo. También les piden a los actuales miembros del consejo de administración y a su presidente Augusto Cesar que se vayan con elegancia y permitan volver a empezar otra etapa con nueva gestión, animada afición y deporte para un club que es el amor de nuestros amores. Y le recuerdan que la confianza en su proyecto después de 25 años tiene fecha de caducidad.

También los hay muy críticos con los administradores concursales que supuestamente echan mano de su manual de buen funcionamiento botando balones fuera y señalando en privado a unos y otros como culpables de la situación.

Nuestro alcalde Carlos Negreira también ha sido blanco de críticas tras permanecer impasible durante meses y erigirse en protagonista con unas declaraciones de exigencia responsable a pocas horas de cerrarse el plazo del acuerdo que nos permite jugar a en segunda A la temporada 2013-14. Este día Carlos recordaba que lo importante es el Real Club Deportivo de La Coruña y no su presidente, y ahora otros le apuntan que tenga en cuenta que lo importante de nuestra ciudad es el Ayuntamiento de La Coruña y no su alcalde. En fin, parece ser que Negreira a ojos de los ciudadanos no ha hecho mucho por ayudar al Dépor.

El juez es quizás el que mejor parado sale, pues dentro de la poca flexibilidad que le permiten la leyes, plazos y demás está tratando de no ser la mano que firme la liquidación de un Real Club Deportivo que está muy dentro de sus entrañas. Estoy seguro que muchas noches tiene pesadillas con su caso más grande.

Para finalizar, y aviso que no es a modo de chascarrillo o rumor, como nota más destacada de la semana apuntar las incisivas presiones que está sufriendo el conocido empresario coruñés Juan Carlos Rodríguez Cebrián para que decididamente de el paso en pro de encabezar un proyecto de nueva gestión al frente de un Deportivo que ya presidio su abuelo años atrás. A Cebrian se le presumen buenas relaciones con el mundo empresarial, financiero, social y una buena relación personal con el actual presidente deportivista, lo cual en estos momentos suma varios puntos a favor de su posible candidatura para capitanear el proyecto «clean start». ¡Forza Depor!

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