Hablemos de Arte…su concepto y simbolismo; el diálogo que se establece entre el creador y su obra…acurrucada en mi rincón, me sumerjo en íntimas reflexiones.

Desde los albores de la humanidad el hombre no dejó de mostrar la belleza que le rodea, sea a través de sonidos (creando así la música) o con imágenes, de ahí el dibujo y seguidamente la pintura, la escultura, cualquier manifestación artística.

Hoy nos detendremos en la pintura, El pintor nos muestra los objetos que tenemos a nuestro alcance desentrañando su cadencia y armonía. En la soledad del taller se enfrenta en solitario a un lienzo en blanco; piensa, distribuye, mancha-hace un boceto; lo dibuja y va plasmando con lentitud lo que nos quiere mostrar. A través de los siglos poco ha cambiado el método.

La obra de Arte requiere un tiempo para su ejecución. El artista trabaja en soledad y, esta soledad creadora da sus frutos. Este toma años, exige la vida, es aprendizaje continuo. El Arte es atemporal, sobrevive al tiempo.

Hagamos una pausa; olvidémonos de los distintos movimientos pictóricos y observemos al artista en su taller con la serenidad del maestro trabajando sus telas, manejando pinceles, mezclando colores, logrando texturas hora tras hora, transformando todo ello en una obra pictórica por la que no pasarán ni los días ni los años; Para que esto suceda tiene que hacer vibrar, aflorar sentimientos…emocionar a quien la contempla. Un bodegón, un paisaje o un retrato, sin el alma del pintor impregnándolo todo, es frio y nada dice. La pintura seria en sus objetivos y disciplina, destaca de la masa de mediocres, posee además de buen dibujo, dominio del color, sensibilidad, alma, debe ser capaz de entablar entre ella y su contemplador un diálogo íntimo, diría místico, vivido en la intimidad que da la contemplación de una obra de Arte.

A lo largo de la historia, la pintura adoptó diferentes formas, según los distintos medios y técnicas utilizadas, hasta el siglo XX se ha venido apoyando, casi invariablemente, en el arte del dibujo.

La pintura más antigua que conocemos es la realizada en las cuevas que servían de abrigo y refugio a la especie humana, esta continuó su desarrollo desde el neolítico, sufriendo modificaciones, según los tiempos y la necesidad de expresar una emoción intensa por medio del arte, siendo capaz de unir a pintores con sensibilidades tan dispares como el Greco, -del siglo XVI-, y los expresionistas alemanes del siglo XX.

El realismo y el simbolismo, la contención clásica y la pasión romántica, se han ido alternando a lo largo de la historia de la pintura, revelando afinidades e influencias significativas.
Diversos colectivos artísticos lo han querido festejar inaugurando sendas exposiciones, así la cuasi centenaria Asociación de Artistas de La Coruña inauguró el I SALÓN DE PRIMAVERA en la casa-museo Pablo Picasso, acudiendo a la cita 18 de sus asociados, con una obra muy cuidada, muestra que está siendo visitada por numeroso público entre este, la subdelegada del Gobierno, Dña. Pilar López Rioboo y los concejales Nazaret Cendán Gayoso y Roberto Coira, que se mostraron gratamente sorprendidos por la buena calidad de la obra allí mostrada.
Desde FEDELLANDO deseamos un sinfín de éxitos a este colectivo.

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