Pues sí, ¿por qué no vamos a ser optimistas? Han bastado tres victorias consecutivas para abrir esa brecha en la clasificación que llevábamos tanto tiempo esperando. Son 9 puntos de ventaja -3 partidos- sobre el tercer clasificado cuando sólo quedan 7 encuentros más por disputarse. Prudencia, sí, ¿pero no se puede ser optimista al mismo tiempo?  Eso sí, no se debe caer en el exceso de confianza. La situación en este momento es envidiable, pero tampoco debemos olvidar que con 63 puntos no se sube. Que hacen falta más puntos. No muchos más, pero esos poquitos hay que sumarlos.

El caso es que esta euforia que nos ha invadido esta semana ha venido provocada por una gran victoria en uno de los campos más difíciles de la categoría a pesar de la mediocre temporada del Mallorca. Y esto nos ha llevado a una tercera victoria consecutiva que ha sido la que ha abierto la brecha en la clasificación. En cualquier otra temporada el hecho de ganar 3 partidos seguidos serviría simplemente para “seguir ahí”. Pero este año ha sido distinto: cualquiera gana a cualquiera. Así, estamos ahora presumiendo de haber ganado recientemente en La Romareda y en Son Moix, pero no hace tanto fuimos incapaces de meter un triste gol en dos partidos al modesto Mirandés. Son las cosas que está teniendo esta temporada.

Pero vaya, que parece que todo esto va quedando atrás, que llevamos 35 partidos y ya sólo quedan 7. Que parece que se nos ha olvidado la maldición de encajar goles a balón parado y que lo que nos ocupa ahora mismo es saber en qué jornada se producirá el ascenso automático. Que vemos los fichajes que hizo el Deportivo en verano –Rudy, Kaká, Culio- y nos parece que estamos hablando del siglo pasado por ser futbolistas que ya no están en el equipo. Han sido demasiadas cosas las que han sucedido este año…

Ahora toca mirar al futuro. Vemos esas 3 victorias seguidas, jugando bien, ganando con solvencia y sin encajar ningún gol y nos sale una sonrisa de oreja a oreja. Pero es que nos vamos hasta el partido del Hércules, hace casi 2 meses, y vemos que solo nos han marcado dos goles desde entonces, los del Mirandés y Tenerife, y que fueron de penalti. Parece que defensivamente algo estamos haciendo bien.

Mañana tenemos un encuentro inédito en Riazor. La Ponferradina de nuestro Claudio Barragán nos visita mirando de reojo a la parte baja de la tabla y siendo el peor visitante. Parece un encuentro propicio para sumar 3 puntos y poner un poco más de tierra de por medio. No nos fiemos. Demostremos que el buen juego de estas últimas semanas no es flor de un día y ya tendremos tiempo de seguir con celebraciones. La definitiva será dentro de poco. Qué poquito falta ya!

Previous post El Club de Leones La Coruña-Marineda prestó nuevas ayudas al Comité Anti Sida (CASCO)
Next post Soberbias lecciones de Felipe Senén en las Jornadas de la UNED Senior, en Paderne

Deja una respuesta